¡Willy Chirino habla del Taiger!
Dime, hermano, échate este cuento que está más bueno que un pastel de guayaba. Resulta que Willy Chirino, el mismísimo rey del son cubano, le dio candela a una entrevista con Enrique Santos, y salió hablando de El Taiger, ese reguetonero que se nos fue demasiado pronto.
El Taiger, un tipo con “Ashé”
Según contó Chirino, el Taiger, en una entrevista anterior, le tiró tremenda “pela’ de respeto”, hablando de él como un “ashé” para Cuba, una bendición, un guajiro de pinga. El Taiger dijo algo así como: “La tranka está allá arriba. Eso es un guajiro de ping*, eso es de las bendiciones, de los ashé que Cuba tiene, Willy Chirino es un ashé para Cuba”. ¡Tremendo elogio, eh! No es cualquier cosa que un reguetonero diga eso de un salsero, ¡eso sí que es guapería!
Chirino: “Me dio conciencia”
Chirino contó que las palabras del Taiger le tocaron el alma. Le hizo ver que, a pesar de las diferencias políticas o las opiniones que pueda tener cada quien, al final todos son cubanos, y todos están luchando desde su trinchera. ¡Eso sí que es un mensaje profundo, asere!
El Taiger también habló de Chirino como una figura que les pasa el “bastón” a las nuevas generaciones, que les da el relevo para seguir adelante. “Que todo no se quede en una canción,” dijo El Taiger. Palabras que te hacen pensar, ¿no?
Más que música: una conexión
Chirino se emocionó recordando esas palabras, diciendo que El Taiger era “Tal vez sea el único que ha absorbido exactamente mi manera de pensar y de actuar ante los artistas cubanos”. ¡No se puede negar que hay un respeto mutuo tremendo entre estos dos gigantes de la música cubana!
Chirino siempre ha tenido la puerta abierta para los artistas, sin importar su ideología política. Lo importante para él, siempre ha sido la música, la cultura, la hermandad. Y eso lo entendió El Taiger, como pocos. Esto va más allá de la música, mi gente; ¡esto es un asunto de ashe, de Cuba, de corazón!
El legado continúa
La historia nos demuestra que la música cubana es una cosa seria, que trasciende fronteras, diferencias políticas y hasta géneros musicales. El respeto que El Taiger sentía por Willy Chirino es una muestra de eso, un puente entre dos generaciones, dos estilos, pero un mismo corazón cubano.