¡Trump apaga a Radio Martí!
Dime, hermano, échate este cuento. Resulta que el mismísimo Trump, en un arranque de… bueno, de Trump, firmó una orden ejecutiva que dejó a más de uno con el ojo cuadrado. Y en medio de ese relajo, Radio Martí, la emisora que le echaba candela al gobierno cubano desde los Cayos de Florida, ¡se quedó calladita como una momia!
El apagón que nadie vio venir
Ño, asere, no te imaginas el susto que se llevaron los empleados de Radio Martí. Un correo electrónico, ¡zas!, y pa’ la calle. Licencia administrativa, dicen. Pero todos sabemos que eso en realidad fue un “se acabó la fiesta”. La orden ejecutiva, dicen que era para reducir la burocracia, pero a mí eso me suena más a “a ver qué se puede desmantelar”.
La guagua digital sigue corriendo
Aunque los transmisores en los Cayos se fueron a dormir la siesta, la cosa no quedó ahí. Algunos programas, como “Cuba al Día” y “Café Digital”, siguen dando lata por internet. ¡La guagua digital sigue corriendo, mi gente! Aunque claro, no es lo mismo oírlo por la radio, con el vecino chismoso escuchando.
El chisme se extiende
La orden ejecutiva, además de silenciar a Radio Martí, le puso freno a la Agencia para los Medios Globales (AGM). ¡Candela! La Voz de América, Radio Free Europe, Radio Free Asia… ¡todas en jaque! A reducir personal, dicen. A minimizar funciones, añaden. Todo para que la cosa se vea más “limpia”. ¡Pero qué limpiecito!
¿Qué dicen los del exilio?
Los cubanos en el exilio, claro, están que trinan. ¡Y con razón! Radio Martí era su voz, su conexión con la isla. Ahora, con los transmisores apagados, la preocupación es mayúscula.
Conclusión: Un silencio que habla mucho
AlUna orden ejecutiva que cambia el panorama informativo hacia Cuba. ¿Será esto el principio del fin de la guerra de ondas? Sólo el tiempo lo dirá. Mientras tanto, nos queda el chisme y la incertidumbre. ¡Qué bolá!