¡Suelta el mango, que Nelva está libre pero Ferrer sigue encerrado!
Dime, hermano, échate este cuento. Resulta que Nelva Ortega, la mujer de José Daniel Ferrer, ese gallo que se faja con el gobierno cubano, salió de la cárcel. ¡Ajá! La soltaron como a las cuatro de la tarde del miércoles, según dijo su cuñada, Ana Belkis. Una buena noticia, ¿no? Pero… ¡aguanta la respiración!… la cosa no está tan resuelta como parece.
El gallo sigue en la pelea
Porque miren, aunque Nelva está fuera, el gallo mayor, José Daniel, sigue preso y en huelga de hambre. ¡Candela! La familia solo supo que “sigue en huelga”, sin más detalles. Ni pinga de información sobre su salud, ni si lo están atendiendo o lo tienen tirado en un rincón como un saco de papas. Una falta de respeto, ¡un abuso!
La familia, claro, está pidiendo a gritos fe de vida. Necesitan saber si el tipo está vivo, si está bien, si lo están dejando morir de hambre. Y no es solo la familia, ¿ah? Organizaciones de derechos humanos y un montón de gente en el mundo están pendientes, apretando los dientes para que no le pase nada malo.
La presión internacional, la clave
Ana Belkis, la hermana de Ferrer, soltó por las redes sociales un agradecimiento a los amigos que han estado apoyando. Y que pide justicia, libertad y vida para todos los presos políticos. ¡Eso es! Porque la lucha no es solo por José Daniel, sino por todos los que están presos por pensar diferente.
Este caso tiene una talla que ni te cuento. Porque aunque Nelva salió, la presión sigue ahí. Y necesitamos que la presión internacional siga subiendo, hasta que el gobierno suelte a todos los presos políticos y se les pare la guagua al abuso. Porque mira, a ese no lo salva ni un salve si no hay presión.
El final… ¿o el principio?
Así que ya saben, asere. Mientras celebramos que Nelva está libre, no podemos bajar la guardia. La lucha sigue, el gallo sigue en la pelea, y necesitamos estar pendientes, con los ojos bien abiertos y la lengua afuera, para que la justicia, por fin, llegue a Cuba.
¡Que bolá, familia!