¡Sube que el tren va pa Holguín! (Y ahora con más frecuencia)
Dime, hermano, ¿te acuerdas de la época en que la guagua era un lujo y el tren… bueno, el tren parecía un dinosaurio extinto? Pues resulta que el trencito que une Guantánamo, Santiago de Cuba y Holguín, ese que parecía condenado a la chatarra, ¡resucitó! Y no solo eso, ahora anda más ligero. ¡Tres viajes semanales, asere!
La Madrina y sus problemas
El asunto es que el tren estaba parado. La culpable: la “Madrina”, el vagón que tira de toda la caravana. La pobre estaba hecha un asco, con las vigas más flojas que la economía de este país. Le faltaban vigas centrales y laterales, ¡imagínate! Más peligroso que andar en bicicleta sin frenos en la autopista.
¡Los héroes del Taller Vanguardia Proletaria!
Pero, mi gente, no todo es malo en Cuba. Los héroes del Taller Vanguardia Proletaria, en Guantánamo, se fajarón como leones. Fabricaron una viga central nueva, ¡a puro músculo cubano! Y reforzaron el resto de la estructura. Un trabajo de chinos, pero lo lograron. ¡Tremendo ejemplo de ingenio y ganas de echar pa’lante!
El tren vuelve a la vía
Desde finales de junio, el trencito anda como un rayo. Martes, jueves y sábados, ahí está, puntual como un reloj suizo… bueno, casi. Tiene capacidad para 600 o 700 pasajeros, así que ya hay menos gente con la lengua afuera esperando por la guagua. Cinco coches en total: cuatro para los pasajeros y uno para el expreso. Ya no hay pretexto para la pereza, ¡a viajar se ha dicho!
¿Cuánto cuesta el pasaje?
El pasaje, hermano, sigue barato. Entre 135 y 150 pesos cubanos, dependiendo de la distancia. Comparado con otras opciones, es un precio de pinga. Más económico que echarte un café en un paladar de moda.
¿Para siempre?
Las autoridades ferroviarias dicen que esto no es un “parche”, sino una solución a largo plazo. Pero, vamos, sabemos cómo funciona esto en Cuba. Depende de que el tren se mantenga en buen estado y de que no falten los lubricantes ni el combustible. Así que, a disfrutar el viaje mientras dure, que la cosa está como está.
Conclusión: ¡A viajar se ha dicho!
En fin, mi gente, esto es una buena noticia. El trencito volvió a la vida, y eso es algo que hay que celebrar. Así que si estás por la zona oriental, ya sabes: ¡a montarse en el tren! Que esto sí que es una buena noticia que merece un buen trago de ron.