Silvio, gigante o na’ más un tipo con suerte? Desmenuzando ‘Pequeña Serenata Diurna’
Bueno, miren, vamos a hablar claro. Silvio Rodríguez, un ídolo para muchos, un tipo que ha marcado la historia de la música cubana. Pero… ¿qué pasa con esa “Pequeña Serenata Diurna”? Esa canción, esa… ¿felicidad plena en medio del guayabo nacional?
“Vivo en un país libre…” ¿Libre de qué, Silvio?
Esa frase, ¡ay, esa frase! “Vivo en un país libre”. Suena bonito, ¿no? Pero, ¿libre de qué? ¿Libre de decidir el precio del pan? ¿Libre de viajar cuando se te da la gana? ¿Libre de tener acceso a la información sin que te metan un guantazo ideológico? En fin, muchos dirían que sí, pero otros… otros se quedan con la espina clavada en la garganta.
El amor, la mujer clara y… ¿la ceguera selectiva?
“Amo a una mujer clara / Que amo y me ama / Sin pedir nada, o casi nada”. Ahí está el detalle. El amor, bonito, sí, pero la realidad cubana es un poquito más… compleja. Muchos andan buscando el “casi nada” en las colas, luchando contra la escasez, apañándose como pueden. El amor está bonito, sí, pero sin un poquito de guayaba en la mesa…
“Muelo y rehago, habitando el tiempo…” Mientras el pueblo se desbarata
Aquí Silvio se pone filosófico, ¿no? “Muelo y rehago”. Genial. Pero, ¿y el pueblo? ¿Y la gente que se las ve negras todos los días? Mientras él “habita el tiempo” con sus canciones, muchos otros habitan el tiempo haciendo malabares para sobrevivir. ¿Eso también forma parte de la “serenata”?
“Los muertos de mi felicidad…” ¿Una confesión o una metáfora rebuscada?
Esa línea es la que más me da que pensar. “Los muertos de mi felicidad”. ¿Una forma poética de reconocer el precio de su propia alegría, o una forma elegante de evadir la responsabilidad colectiva? ¿A quién se refiere? ¿A los que murieron luchando por un sueño que no se cumplió? ¿A los que han muerto de hambre, de enfermedad, de desesperación? El misterio ahí está.
En fin…
Al final, la canción es eso, una canción. Pero como buena canción, se presta a la interpretación y al debate. Y es este debate, este choque entre la lírica y la realidad, el que me hace preguntarme: ¿Es Silvio un gigante, o simplemente un tipo con mucha suerte que vive en una burbuja de privilegio? La respuesta… cada cual que la saque.
Preguntas y Respuestas al estilo cubano:
P: ¿Tú crees que Silvio se desconecta de la realidad con esta canción?
R: Mira, compa, la canción está linda, pero es como un daiquirí en medio de un ciclón. Suena bien, pero la tormenta sigue ahí afuera, azotándolo todo.
P: ¿No te parece un poco hipócrita la letra?
R: Hipócrita no sé, pero sí un poco… fuera de contexto. Es como decir que llueve a cántaros mientras tú estás en un yate de lujo.
P: ¿Entonces, qué piensas de la frase “Los muertos de mi felicidad”?
R: Eso es como el chiste de la suegra: tiene mucha tela que cortar. Es una frase que te da para pensar un montón, y no todos le van a dar la misma interpretación.
P: ¿Es válido criticar a Silvio, un ídolo para muchos?
R: Claro que sí, mi hermano. Hasta la Virgen tiene sus detractores. Criticar no es ser enemigo, es tener criterio propio.
P: ¿Qué le dirías a Silvio si lo vieras?
R: Le diría que, compadre, la canción está bonita, pero hay un país afuera esperando que no se les olvide. Y que un poquito de guarapo pa’ la gente no le hace daño a nadie.