#¡Robo Millonario en el Heat! ¿Quién se quedó con la mercancía?
Dime, hermano, échate este cuento que te va a dejar con la boca abierta. Resulta que en el Miami Heat, ese equipo de baloncesto que a veces mete candela y a veces se queda corto, ¡se ha dado un robo tremendo! No de dinero, sino de memorabilia, o sea, de esas cosas históricas del equipo que valen una pasta.
¡Más caro que el agua!
Según un exdirectivo de la NBA, Amin Elhassan, que lo soltó en “The Dan Le Batard Show” (sí, ese mismo), se robaron artículos de las finales de la NBA. Y no fue cualquier cosita: estamos hablando de camisetas de jugadores y otras cositas con autenticación, ¡las de verdad! El tipo dijo que la cosa se estiró por 18 meses, y que la mercancía robada se vendió por ¡millones de dólares! ¡Más caro que un viaje a Varadero con todo incluido!
El Heat callaito… por ahora.
El Heat, por su parte, está más callado que un ratón en una biblioteca. Solo dijeron: “No podemos comentar sobre una investigación en curso”. Pero, ¿quién puede creerse eso? Si hasta el vecino chismoso de la esquina ya sabe lo que pasó.
Expertos opinan… y se espantan.
Travis Nichols, un experto en coleccionismo, le dijo a Local10.com que esas camisetas podían venderse por cientos de miles de dólares. ¡Imagínate! Y lo peor es que dice que recuperarlas es casi imposible, porque las pueden haber vendido por ahí, en eBay, o en cualquier sitio donde nadie los busque. ¡Qué abuso!
¿Un policía metido en el cuento?
Elhassan también tiró otra bomba: parece que hay un policía de Miami metido en el berenjenal. Pero eso, asere, todavía está en el aire. Hay que esperar a ver qué sale de todo esto.
El Heat en problemas… fuera y dentro de la cancha.
Este robo llega en un momento complicado para el Heat. La temporada pasada no fue lo que esperaban, y ahora, con este lío, parece que tienen más problemas que soluciones. ¡Qué talla!
La guagua del misterio…
En fin, este cuento está más enredado que una madeja de hilo. ¿Quiénes fueron los ladrones? ¿Dónde está la mercancía? ¿Y ese policía, qué? Hay que esperar a ver qué pasa. Mientras tanto, solo nos queda esperar y ver si sale a la luz la verdad… o si se queda en el misterio, como la guagua que nunca llega. ¡Qué bolá!