Robo en La Habana se vuelve VIRAL
Dime, hermano, échale un ojo a esto: un video de un robo en una tienda de Centro Habana está dando vueltas por las redes como un ciclón. ¡Tremendo susto! Un tipo, con una camisa beige que parecía salida de un baúl de los años 50 y las gafas de sol colgadas al cuello como si fuera un artista de la timba, se las ingenia para birlar un teléfono. El tipo aprovechó que la dependienta estaba más ocupada que un chofer de guagua en hora pico, y ¡zas! ¡Teléfono en el bolsillo!
La Candela en las Redes
El video, que parece sacado de una película cubana de acción (aunque sin el final feliz), se ha vuelto viral. La gente está que trina. Algunos están indignados, otros ven en el robo un reflejo de la candela que hay en el país. “Ese ratero es un miserable”, escribió uno. “¡Qué descaro!”, grita otro. Las opiniones, como siempre, están más divididas que un partido de beisbol entre Industriales y Santiago.
Más que un Celular: Un Síntoma
Pero esto no es solo un celular perdido, asere. Es la punta del iceberg de una situación que tiene a mucha gente con la lengua afuera. Este tipo de robos, grabados por cámaras de seguridad, se están volviendo pan de cada día en La Habana. Ya es cosa común.
Recuerda aquel par de tortolitos que se fajó en una cafetería, o el tipo que irrumpió en una casa como Pedro por su casa. Hasta un celular de un carro le birlaron a alguien a plena luz del día. ¡Como si nada!
¿Y las Autoridades?
¿Qué dicen las autoridades? Hasta el momento, ni carajo. Como si fuera un cuento de nunca acabar. La gente exige acciones, que se ponga orden, pero parece que las soluciones andan más perdidas que el fula en una fiesta de quinceañera.
Preguntas Frecuentes (Porque la curiosidad mata al gato)
¿Por qué se viralizó tanto el video? Porque la gente está hasta la coronilla de la inseguridad y quiere ver que se haga algo. ¡Que se haga justicia, ya!
¿Qué dice el video del estado de Cuba? Mucho, hermano. Mucho. Muestra la crisis económica que golpea duro, y el reflejo de esa crisis en la calle, donde muchos se ven obligados a buscar soluciones… a veces, de mala manera.
¿Y qué harán las autoridades? Esa es la gran pregunta, mi pana. Hasta ahora, solo promesas.