Robo a Familia Cubana en Miami: ¡Tremenda Historia!
Dime, hermano, échate este cuento que te va a dejar con los pelos de punta. Una familia cubana en Miami-Dade, ¡en pleno día!, sufrió un robo que te deja sin palabras. No fue un robo cualquiera, asere.
El Ladrón en Acción: Más Rápido que una Guagua en Hora Pico
Sucedió esta semana, como a la una de la tarde. Un tipo, disfrazado como si fuera a un entierro (ropa oscura, capucha, gorra, mascarilla… ¡el paquete completo!), apareció como Pedro por su casa. Las cámaras de seguridad lo pillaron dando vueltas por el vecindario, como un gato buscando ratón. El detalle: unos Converse blancos que le gritaban: “¡Aquí estoy, policía!”
El tipo, que debe ser un experto en entrar sin que nadie se dé cuenta, se metió por el patio trasero y ¡pum!, adentro de la casa. La dueña, Yoleicy Álvarez, no estaba, pero al llegar se encontró con el cuarto patas arriba. ¡Un verdadero desastre! El joyero, vaciado; el dinero, ¡chau!; los papeles importantes, ¡desaparecidos!
La Hija Cuenta Todo: ¡Tremendo Susto!
Su hija, Claudia Camacho, le contó a Telemundo 51 todo lo que pasó. Gracias a la ayuda de los vecinos y sus cámaras, lograron ver al caco en acción. Aunque la cara no se ve bien, la ropa y las zapatillas lo delatan.
“Cuando llegué, todo estaba patas arriba. El joyero estaba abierto y las joyas ya no estaban. Me siento invadida, impotente”, dijo Yoleicy, con la voz quebrada. Y no es solo la pérdida de las cosas materiales, asere, ¡es la violación de la intimidad! La sensación de que te entraron en tu casa, en tu espacio, es lo que más duele.
La Policía Busca al Ladrón: ¡Que se Cuide!
La familia ya puso la denuncia y la policía está tras la pista del tipo. Dicen que si alguien tiene información, que llame al (305) 471-8477. Hasta están ofreciendo recompensa. ¡Que se cuide ese tipo, que le va a caer el peso de la ley encima!
Más que un Robo: ¡Una Preocupación de Barrio!
Este robo no es un caso aislado, mi gente. Últimamente, en Miami-Dade hay una candelilla de robos parecidos. La gente está preocupada, con la lengua afuera, sintiendo que la seguridad está bajando. Esperemos que la policía agarre al tipo rápido, que esto no se convierta en una costumbre.
¡Qué abuso, hermano! Esto te deja pensando… ¡hasta cuándo?