¡Qué bolá, mi gente! Aquí su pana, trayéndoles una noticia que a nadie le gusta escuchar, sobre todo cuando se trata de un tremendo pelotero como Yordan Álvarez. El chamaquito de los Astros se nos ha fajao con una mala jugada del destino. Imagínense la escena, mi hermano: primera entrada, el partido contra los Rangers, y Yordan, anotando como siempre, con su flow, pero ¡zas!, se le tuerce ese tobillo izquierdo. ¡Imagínate la cara del pitcher!
Se vio feo, asere. El hombre salió cojeando, con bota y muletas, y eso encendió todas las alarmas en Houston. Ustedes saben cómo es esto de la pelota, un esguince te puede ralentizar el bateo más rápido. Los médicos le van a hacer una resonancia este martes, a ver qué es lo que tiene esa pierna, si es un rolling fácil de ponchar o si es algo que lo va a tener fuera del campo un buen rato.
El mánager, Joe Espada, dijo que la cosa no se veía nada bien, pero tampoco quiere adelantarse. Usted sabe, en este negocio, hasta que no hay diagnóstico, no se habla claro. Por ahora, lo tienen “día a día”, como si fuera un bambinazo que se queda pegado en la barda.
La vaina es que Yordan venía caliente, ¿me entiende? Después de estar un tiempo fuera por una fractura en la mano, el tipo estaba dando jonrones y empujando carreras como campeón. Que ahora se lesione así, justo cuando el equipo está peleando por entrar a los playoffs, ¡ufff!, eso sí que es mala suerte mi pana.
Se dice por ahí que si el chamaco se queda fuera mucho tiempo, los Astros van a tener que meter mano para llenar ese hueco en la alineación. Ya ustedes saben, aquí en las Mayores, nadie te regala nada. Habrá que ver si suben a alguien del farm system o si mueven las piezas para que el equipo no se desbarate.
Lo importante ahora es que Yordan se ponga bien. La resonancia es clave, mi hermano. Ahí se sabrá si es un cuadrangular de esos que matan el juego o si es un doble que se va por la raya. ¡Crucemos los dedos, que este chamaquito tiene mucho talento y nos da tremendos batazos! ¡A darle fuerza a Yordan!