¡Puerto Fresco? ¡Más caro que un viaje a Miami!
Dime, hermano, ¿te acuerdas de la bulla que armaron con la apertura de Puerto Fresco? ¡El nuevo mercado que iba a resolverle la vida a todo el mundo! Ño, asere, ¡tremenda película! Resultó que la película se quedó en el tráiler.
Ya tu sabe lo de los precios
El intelectual Pablo Vargas, un tipo que sabe lo que dice (y lo que se cuece en el barrio), fue a echarle un vistazo a este “paraíso” de la compra. Y lo que encontró fue una verdadera jabá: poca variedad, ¡y los precios más altos que una cometa en un ciclón! Café, pasta, mayonesa… todo más caro que en cualquier paladar decente. ¡Una guagua de la habana vieja que te va a llevar a la luna!
La carne, un lujo de otro planeta
Pero lo peor, asere, fue la sección de carne y pescado. Los precios, astronómicos. Te juro que es más barato comprar un avión y volar a buscar la comida. Parece que el precio del dólar y el euro manda más que la libreta de abastecimiento en ese lugar. ¡Qué abuso!
La cafetería: ¡un atraco a plena luz del día!
Ni te cuento de la cafetería. Un pan con lechón a 1400 CUP… ¡1400 CUP, mi hermano! Eso es para comprar un televisor chino, no un pan con lechón. Las pizzas, ni te cuento. El menú entero es una lista de precios de varios dígitos, capaces de ponerte a llorar más que una telenovela cubana. La atención, buena, eso sí.
Conclusión: ¡Ni pinga!
Al final del día, este Puerto Fresco es un cuento chino. Si este es el futuro de los mercados, los jubilados que se fajen a trabajar hasta los 90… los demás, que se preparen para seguir haciendo magia con un poco de arroz y frijoles. ¡Que bolas! Ni siquiera la gente con dinero va a comprar ahí con regularidad. Lo que se necesita son soluciones reales, no cuentos de hadas que te dejan con hambre y con el bolsillo vacío. ¡Hasta la próxima, asere! Que tenga un buen día.