¡Presa Política Fallece en la Cárcel!
Dime, hermano, esto es triste. Yoleisi Oviedo Rodríguez, una mujer de 42 años, pal’ante, ¡se fue de este mundo! Y no fue de viejita en su cama, no, asere. La cogió la guadaña en la prisión de El Guatao. ¡Abandono mi gente!
Un Guatao de Problemas
Esta mujer, ¡valiente como pocas!, se fajó a protestar contra el hambre que azota a Cuba. En octubre del 2022, en Güines, se plantó en medio de un apagón a gritar lo que muchos callan: ¡No hay comida! ¡Mi hija y yo estamos muriéndonos de hambre!
Por esa guapería criolla, la tiraron pa’ la cárcel, cinco años por “desórdenes públicos” y “desacato”. ¡Un abuso, como una patada en los dientes! Y ahora, resulta que, después de meses de quejas de su familia por su mal estado de salud, se nos va.
El Silencio de la Tiranía
Dicen las malas lenguas que la Yoleisi estaba infladísima, que se le veía mal, que la familia pedía a gritos ayuda… pero ni caso. Según cuentan, los carceleros le decían que la estaban chequeando, que le hacían estudios… ¡mentiras como casas! El silencio, como siempre, cómplice de la injusticia.
El hijo intentó recoger el cuerpo y le dijeron que esperara hasta la noche. ¡Qué falta de respeto! Un acto tan inhumano como la propia condena que le dieron a su madre por reclamar lo que es un derecho: comer.
Un Cuento que Repite la Historia
Esta historia no es nueva, mi gente. Otros presos políticos han partido de esta vida bajo circunstancias parecidas. Hamlet Lavastida, Orlando Zapata Tamayo… ¡Una lista larga de nombres que gritan al cielo pidiendo justicia!
El caso de Yoleisi, es un tremendo golpe que deja al descubierto la terrible realidad de las cárceles en Cuba. Falta de atención médica, condiciones inhumanas… ¡un verdadero infierno!
¡No se Calla!
La muerte de Yoleisi no es un simple número más en la estadística de la represión. Es una tragedia que nos deja con la lengua afuera y la garganta llena de rabia. Ella protestó por un derecho fundamental y por eso pagó con su vida. Su voz, aunque silenciada por la muerte, se convierte ahora en un eco de lucha que se debe seguir escuchando hasta que se haga justicia. ¡Que se sepa su historia! ¡Que no se calle!