Petro le cantó a Trump: ¡Deportaciones pa’ evitar la candela!
Mi gente, que tremendo lío se armó entre Petro y Trump. El tipo, el presidente de Colombia, iba de bravucón, negándose a que los yumas le mandaran de vuelta a los colombianos deportados. Decía que eso era una falta de respeto, que no se podía tratar así a la gente. ¡Un cuento chino! Al final, el peso de la situación económica colombiana lo obligó a cambiar de canción.
La amenaza del “Tío Sam”
Trump, el ex presidente, le metió un cañonazo a Petro: Si no aceptaba los vuelos con los deportados, le iba a poner un arancel del 25% a las exportaciones colombianas. ¡Una tremenda candela! Imagina, el café, el petróleo, las flores… todo eso con un 25% más caro en los Estados Unidos. Eso era un golpe bajo a la economía colombiana, una estocada al estómago. No es cualquier cosa que Trump amenazara con subirlo al 50% si seguían en la misma.
Petro tragó saliva
Petro, que siempre ha estado un poco empingao con su discurso antiimperialista, tuvo que tragar saliva. La presión económica era demasiado fuerte. Al final del día, el pan de cada día tiene su peso, ¿verdad? Así que, aunque con un poco de mala cara, aceptó recibir los vuelos con los deportados. El canciller Murillo salió a matizar la situación, diciendo que se iban a respetar los derechos de la gente, y que se iban a celebrar reuniones en Washington para vigilar que todo se hiciera “con decoro”. ¡Palabra de Murillo!
Las consecuencias
Esta decisión de Petro ha dado mucho de qué hablar. Algunos lo critican por ceder ante las presiones de Trump. Otros dicen que era lo que tocaba hacer para evitar un desastre económico. Lo que está claro es que esta situación demuestra la dependencia económica de Colombia de Estados Unidos. ¡Tremendo punto, Colombia! Y también demuestra la postura dura de Trump contra la inmigración irregular. Un tremendo aviso pa’ otros países de la región.
El futuro incierto
Ahora Petro tiene que buscar un balance entre su discurso antiimperialista y las realidades económicas. El tipo tendrá que andar con cuidado, porque esta jugada le puede costar caro en la política interna. Pero bueno, al final del día, lo importante es que la economía no se vaya al garete. La economía está pasmao, si se le pone un arancel más…
Conclusión
En resumen, compadre, este pleito entre Petro y Trump nos dejó a todos con la boca abierta. Petro tuvo que tragarse su orgullo y aceptar las deportaciones para evitar un problema económico mayor. ¡Una tranca de cuidado! Pero, al menos, por ahora, se evitó una candela más grande. Ya veremos qué pasa después.