¡Qué bolá, familia! Pónganse al tanto de la candela que se armó en La Cuevita, asere. Ese mercado, la “meca del mercado negro” de La Habana, está más caliente que un juego de playoff en el Latino. Parece que andan haciendo más trampa que un pitcher escondiendo la bola en la manga.
Capítulo 1: Pastas de Palo y Jabones Fantasmas
Resulta que hay tremendo lío con las estafas, mi hermano. La gente está comprando pasta de dientes y jabón, todo bien sellado con nailon, como si fuera de primera. Pero ¡qué sorpresa! Cuando llegan a casa y lo abren, ¡pum!: solo hay un pedazo de palo o la caja está vacía. Eso es un rolling por el centro que ni el mejor pelotero puede salvar, ¡pinga! Es un descaro, una falta de respeto que te deja más perdido que bola en el sol del Latino.
Capítulo 2: La Misma Historia, Siempre
Este no es un caso aislado, chama. Yosmany Mayeta Labrada, un periodista independiente, soltó la información en Facebook y eso dio más rebotes que un rolling en terreno malo. No solo la pasta de dientes, también hay cajas de jabón vacías, ¡pura candela! La gente está desesperada, buscando dónde comprar lo básico, y termina siendo estafada. Eso sí está cantado, como un strike que te cae en plena esquina.
Capítulo 3: El Juego del Desespero
Asere, en un país donde conseguir hasta un cepillo de dientes es una odisea, que te metan una estafa así, ¡es para tirarlo por foul line y olvidarse! Eso está más bruto que un bate roto. La gente está pagando el doble, el triple, por productos que no existen y encima arriesga su salud. Ni con replay en el VAR de Grandes Ligas cambian esa jugada.
Capítulo 4: La Cuevita: Un Estadio de la Desconfianza
La Cuevita, ese es un estadio donde pasan cosas extrañas, hermano. Operativos policiales, estafas, peleas… ¡de todo un poco! Es un reflejo de un gobierno que no puede ni garantizar lo más básico a su gente, dejando que el mercado negro se apodere de todo. En el noveno con dos outs, nadie salva eso.
Capítulo 5: La Bola Sigue Rodando…
Oye, socio, ¿tú viste cómo se fue esa bola pa’ los jardines? Las noticias de estafas en La Cuevita no paran. Cigarros H. Upmann falsos con aserrín, aceite que resulta ser agua con vinagre… la lista sigue y sigue, mi hermano. Es un juego sucio, un tremendo batazo de pinga para la gente que trabaja duro, que solo busca sobrevivir. Relájate y prende, que esto está bueno…
En fin, hermano, esta situación en La Cuevita es un jonrón monumental de la desgracia. Un cuadrangular que se va de la Luna, una triste realidad que refleja la profunda crisis que vive Cuba. Eso es para pensarlo con calma en el dugout, después de un buen juego… o quizás después de un mal juego, porque eso deja un mal sabor en la boca.