Otto Ortiz y el vuelto en caramelos: ¡Un chiste con sabor a Cuba!
El show de Otto en el súper de 3ra y 70
¡Ay, Dios mío! Otto Ortiz, ese tipo que nos hace reír hasta que nos duelen las tripas, volvió a la carga. Esta vez, se fue de compras al súper de 3ra y 70, ese que está de moda porque trabaja en dólares pero te da el vuelto en… ¡caramelos! Según él mismo contó en un video que se hizo viral en Facebook (imagínate la cantidad de likes y comentarios que debe tener eso), se preparó como para una expedición a la selva amazónica. El hombre se armó hasta los dientes con un montón de confituras, preparado para negociar el vuelto con la misma estrategia con que los chinos venden en la calle. “Si ellos me dan caramelos, yo pago con caramelos y que me devuelvan el dólar entero, ¡eso es pura lógica!”, dijo el comediante con esa jevita que solo él tiene.
La gente se parte de la risa (y también se queja)
El video de Otto es pura chispa, y la gente lo está compartiendo a lo loco. Hay comentarios de todo tipo: desde los que se ríen a carcajadas porque les pasa lo mismo hasta los que se quejan a grito pelado del “cambiazo” que te dan en ese súper. Algunos proponen ideas tan locas como abrir una “bolsa negra de caramelos” para el vuelto, otros simplemente se resignan a recibir su “dulce premio”. Total, que el video de Otto ha generado una conversación bien sabrosa en las redes sobre la situación económica en Cuba.
Más allá de los caramelos: el debate está candente
Pero más allá de las risas, la vaina con el súper de 3ra y 70 trae un debate bien intenso. El negocio trabaja solo con dólares, lo que para muchos es una prueba más de lo mal que está la cosa con el peso cubano y cómo se está abriendo una brecha enorme entre los que tienen y los que no. Que el vuelto sea en caramelos, aunque lo presenten como una “solución”, es como un tiro en el pie. Para muchos, recuerda a épocas oscuras de la economía cubana, cuando el gobierno hacía de las suyas con las monedas y dejaba a la gente sin un centavo. En fin, ¡un lío!
¿Será que el súper se vuelve un “dulce” negocio?
Pero el tema no acaba ahí, este súper de 3ra y 70 está en boca de todos, además de por el vuelto en caramelos, por sus precios que están por las nubes. Se habla de un ron que vale casi 800 dólares y de panettones que cuestan más de 15. O sea, ¡una locura! Eso genera otra polémica, porque parece que es un lugar solo para los que tienen muchos dólares, los que reciben remesas del exterior, o la élite. Claro, eso aumenta las quejas y la sensación de inequidad.
¡Feliz cumpleaños, Otto! Que siga la risa
Como si fuera poco, ¡Otto Ortiz está de cumpleaños! “Es difícil cumplir esta edad” dijo. Así que aprovechemos para desearle un montón de años más, llenos de ese humor que lo caracteriza. Que siga con su gracia, que es necesaria para poder reírnos de lo que nos pasa en esta vida.
Preguntas y Respuestas al estilo cubano
P: ¿Tú qué harías si te dieran el vuelto en caramelos en ese súper?
R: ¡Mira, yo saco mi arsenal de chupa chupa, doy el cambio y me llevo lo mío! O sea, si ellos juegan al vivo, yo juego al vivo también. A ver quién gana.
P: ¿Tú crees que esto del súper de 3ra y 70 es una solución a los problemas económicos?
R: ¡Solucionar un problema económico dando el vuelto en caramelos? ¡Eso es de película! Más bien lo que hacen es prender candela. Eso es como intentar apagar un incendio con gasolina.
P: ¿Qué te parece la idea de Otto de pagar con caramelos?
R: ¡A Otto hay que darle un premio por la inventiva! El hombre le puso ingenio a lo que muchos ven como una situación difícil. Es lo que se dice… ¡sacarle jugo al limón!
P: ¿Crees que el súper de 3ra y 70 es solo para la gente con dólares?
R: Coño, ese súper es exclusivo. Es como un club solo para los que tienen una cuenta de dólares en el banco. Es la nueva élite. El resto, a seguir haciendo cola en las bodegas.
P: ¿Qué piensas sobre todo este alboroto en las redes sociales?
R: ¡La gente está bien harta! Y tiene derecho a estarlo. Las redes son el espacio donde la gente puede desahogarse y protestar sin miedo a que le caiga la del pulpo. Es un termómetro de lo que pasa en la calle.