Niño cae en un tragante en La Habana
Dime, hermano, échate este cuento que te va a dejar con la boca abierta. Resulta que en La Habana, con estas lluvias que parecen el diluvio universal, pasó una cosa que te pone los pelos de punta. Un niño, chiquitico, ¡ay, qué pena!, se lo tragó un tragante en plena inundación.
El agua lo arrastró sin piedad
El susto fue en Vía Blanca y Villanueva, en La Habana. Dicen que el nene andaba solo por ahí, en medio del agua hasta las rodillas, sin darse cuenta del hueco que había en la calle. ¡Y la corriente, asere, qué cosa! Lo jaló pa’ dentro sin darle chance a nada.
La corredera
Claro, cuando pasó eso, se armó la de San Quintín. La policía, los bomberos, todo el mundo corriendo pa’ allá. Hasta el primer secretario del Partido, Liván Izquierdo Alonso, y la gobernadora, Yanet Hernández, se fueron para la escena del accidente. Imagínate, tremendo show.
Buscando al chiquito entre el agua sucia
Los bomberos se fajaron buscando al nene, pero el agua estaba tan turbia, que dificultaba mucho. Hasta ahora, siguen buscando el cuerpecito, y eso sí que es una tragedia. Las imágenes que se han visto en las redes son… ¡ay, qué dolor! Uno llora con eso.
¡Esto es un abuso!
Mira, esto no es nuevo, mi gente. Llevamos años con los mismos problemas en La Habana: tragantes abiertos, calles destrozadas, un drenaje que parece que lo hicieron con palitos de fósforos. ¿Y quién responde? Nadie. Esto es un abuso, un abuso tremendo. La gente está cansada de vivir con miedo de que se les caiga el techo encima, o que se los trague la tierra, o un maldito tragante.
Más que agua sucia, un peligro mortal
Estas inundaciones no son solo agua sucia, asere. Son un peligro mortal. Con la basura por todas partes y los huecos sin tapar, la ciudad se convierte en una trampa para la gente, especialmente para los más chiquitos.
¡Hay que hacer algo ya!
Esto no se puede quedar así. Necesitamos que las autoridades se pongan las pilas y arreglen este desastre. No podemos esperar a que pase otra desgracia para reaccionar. Ya basta de cuentos chinos. ¡Hay que hacer algo ya! Que esto no vuelva a pasar. Que se arreglen las calles, los tragantes, todo. Porque esto, hermano, es una vergüenza.