¡Qué bolá, familia! Pónganse al tanto de lo que pasó anoche en el Coliseo Rubén Rodríguez de Bayamón, Puerto Rico. Una candela, asere, una candela tremenda. Bryant Myers le ganó al cubano Ovi.
Primer Asalto: La Decisión Unánime
Dicen que fue decisión unánime, un veredicto tan cantado como un strike en plena esquina. Tres rounds, tres asaltos, y Myers se llevó el cinturón. Ovi, aunque se fajó con todo, no pudo conectar el bambinazo que necesitaba. Se fue un rollingo fácil, un foul que ni con replay en el VAR de Grandes Ligas cambian.
Segundo Inning: La Quema de Ovi
Pero, chama, la historia no termina ahí. Ovi, con la misma calma de un veterano en el dugout después de un buen juego, soltó sus dardos por las redes. Esa historia dio más rebotes que un rolling en terreno malo. Dijo que la federación estaba con Myers, que le tiraban piñazos por la espalda, ¡qué candela! ¡Más trampa que un pitcher escondiendo la bola en la manga! Aseguró que si Myers no lo noqueaba, era imposible ganar. Hasta criticó el flow de Myers en el ring, dijo que estaba corriendo más que un corredor de bases en el Latinoamericano. ¡Tremendo!
Tercer Inning: Revancha en Miami
Y aquí viene lo bueno: Ovi pidió revancha, asere. ¡Una revancha en Miami! Dijo que quería una pelea justa, con una federación cubana que él conoce, y que Myers no corriera tanto en el próximo encuentro. “En Miami, con jueces que sepan de verdad de boxeo,” dijo Ovi, con la misma seguridad de un jonrón que se va de la Luna. Eso está cantado, hermano, ¡esa revancha se va a armar!
El Juego en Sí: Más Allá del Ring
La pelea fue parte de un evento llamado “Saldando Cuentas”. Pesaron 153 libras los dos, pero la diferencia de estatura, dicen, fue notable. Ovi mide unos 1,70 metros, mientras que Myers anda por los 1,65. La transmisión por PPV, eso fue otra cosa.
Pero antes de este juego, hermano, esta talla entre Myers y Ovi ya venía de lejos. Recuerdan aquella rueda de prensa donde Myers le tiró un micrófono a Ovi? Una jarta de risa, pero con consecuencias. Hasta el presidente de Universal Promotions salió lastimado. Desde entonces, las redes sociales se encendieron, puro bateo a mansalva. ¡Una guerra de palabras que terminó en el ring!
Conclusión: Un Juego que Sigue
Esta pelea, mi gente, no es solo un combate de boxeo. Es un ejemplo de la candela que se vive en la música urbana, con sus rivalidades y sus tremendo enfrentamientos. ¿Quién ganará la revancha? Eso solo el tiempo lo dirá. Pero una cosa es segura: ¡Esta historia está lejos de terminar! ¡Relájate y prende que esto está bueno!