¡Manzanillo! Triciclos Eléctricos: ¿Solución o Muela?
Dime, hermano, ¿te has enterado del cuento de los triciclos eléctricos en Manzanillo? El Ministro de Transporte, ese mismo, el Eduardo Rodríguez Dávila, salió en Facebook con tremenda foto de los 15 “caballos de acero” nuevos. ¡Como si fuera la solución a todos nuestros problemas!
Una Gotica de Progreso en un Mar de Problemas
Según el Ministro, esto es un pasito pa’lante en la movilidad urbana. Pero, mijo, solo van a cubrir dos rutas. Dos, asere, ¡dos! En un pueblo como Manzanillo, eso es como echarle agua al mar con un vaso de guarapo. El resto del municipio queda igual de jodido que siempre con el transporte.
La guagua no llega y la gente sigue fajándose con la cola desde que sale el sol. De pinga la “solución”.
El Sueño Verde (con un Toque de Guataca)
El Ministro dice que mientras montan las estaciones de carga con energía solar, los triciclos tendrán electricidad del circuito “en horarios clave”. O sea, que todo depende de que la luz no se vaya. ¡Qué chistoso! Como si en Cuba la luz fuera tan estable como el bate de Orestes Kindelán.
Y si la luz se va, ¿qué? Ahí se queda el triciclo, mudo, como un loro sin lengua, esperando a que vuelva la corriente. ¡Pura guapería de barrio!
¿Y el Precio? ¡Un Pellizco en el Bolsillo!
El viaje en estos triciclos cuesta 10 pesos cubanos. Unos pesitos, pero en un país donde la gente se las ve negras para llegar a fin de mes, todo cuenta, mi hermano.
Y pa’ colmo, en las zonas más lejanas, siguen usando triciclos de gasolina. O sea, la solución “verde” se convierte en una solución contaminante donde más se necesita transporte estable. ¡Ni pinga de progreso!
Unas Goticas Más de Leche al Café
El Ministro lo pintó bonito en su post de Facebook. Dijo que estos triciclos eléctricos son una maravilla, que la gente los adora… pero, ¿y el resto? ¿Los cientos de personas que quedan sin transporte? Eso no lo dijo.
¡Esto está más inflado que un globo! Al final, el cuento es puro maquillaje: unos cuantos triciclos pa’ la foto y la realidad sigue igual de dura.
Conclusión: ¡Más Muela Que Café!
En fin, mi gente, el cuento de los triciclos eléctricos en Manzanillo es un ejemplo clarito de cómo las buenas intenciones se pueden convertir en una tremenda muela cuando la realidad cubana te pone la zancadilla. La falta de electricidad, la dependencia del combustible fósil, los precios… ¡una candela! Mientras tanto, la gente en Manzanillo sigue esperando la guagua que nunca llega. ¿Qué bolá con eso, eh?