¡Maduro, ¡el capo! ¡Le confiscaron 700 millones en el yuma!
Dime, hermano, échate este cuento que te va a dejar con la boca abierta. Resulta que los gringos le hicieron una limpia a Maduro, el “presidente” de Venezuela, y le confiscaron ¡más de 700 millones de dólares! ¡Como para comprarse un pedacito de Miami, asere!
¡Hasta los caballos lloraron!
Ño, asere, no es que le quitaron unos pesos chiquitos. Hablamos de aviones privados, mansiones que parecen de película, joyas que brillan más que el sol de mediodía, carros de lujo que parecen sacados de un showroom y ¡hasta una granja de caballos! ¡Imagínate la candela que se armó en la finca! Hasta los caballos deben estar llorando, pobrecitos. El tipo vivía como un jeque árabe, y ahora… ¡a joderse!
La Fiscal Bondi, ¡una fiera!
La fiscal general de Estados Unidos, Pam Bondi, salió a dar la noticia con tremenda guapería: “Esto es crimen organizado, no es diferente a la mafia”. ¡Pa’ que veas! Le puso el cascabel al gato sin contemplaciones. Dijo que a pesar de la pela que le metieron, Maduro sigue haciendo de las suyas, ¡el tipo es más duro que un coco!
Un regalito del Tío Sam
Pero la cosa no queda ahí. Además de la confiscación, el gobierno gringo puso una recompensa de 50 melones por la cabeza de Maduro. ¡Cincuenta millones de dólares, asere! ¡Eso es para comprarse un país chiquitico! Para que veas que a los gringos no les tiembla la mano a la hora de “fajarse”.
¿Y qué pasó con la guagua?
Lo que me pregunto yo es: ¿Qué va a hacer Maduro ahora para transportarse? Porque con esa pela que le quitaron, la guagua del barrio se le va a hacer un Bentley. ¡Y ni soñando con un carro nuevo, mi gente!
Conclusión: ¡Tremendo relajo!
En fin, mi gente, este cuento está más caliente que un techo en julio. Maduro se quedó más pelao que un güiro y los gringos demostraron que, cuando quieren, se fajan con candela. ¡A ver qué pasa ahora! ¡Que bolá!