¡México a contar los barriles de petróleo a Cuba: Se cierra la tubería?
Coño, asere, se armó candela se armó con esto del petróleo. Resulta que el INAI, ese ente que se encarga de la transparencia en México, le metió tremendo cañonazo a Pemex. ¡Los obligaron a soltar la sopa sobre todo el petróleo que le mandaron a Cuba durante el tiempo que AMLO y ahora Sheinbaum estaban al mando!
¿Qué pasó, mi gente?
Un tipo pidió información sobre el combustible que México le envió a Cuba. Pemex, como siempre, se hizo el loco y dijo que no tenían datos. ¡Qué descaro! Pero el INAI, con toda la jeta, le dijo: “Na’ de eso, ¡a soltar la información completa!”
Lo que hay que soltar
El INAI le puso a Pemex la tarea de revelar:
- La cantidad de barriles de petróleo que se fueron pa’ la isla.
- El precio de cada barril, ¿o sea, la fula que costó el negocio?
- Las fechas de cada envío, para tener una idea de cuándo se hizo cada negocio.
- Los nombres y cargos de los que aprobaron los envíos.
- Las condiciones del “negocio”, porque aquí hay que ver qué clase de arreglo se hizo.
- La partida presupuestal, o sea, dónde sacaron la plata.
¡Tremendo paquete de información, eh!
¿Por qué todo este escándalo?
Esto no es solo una cuestión de transparencia, mi gente. Recuerden el año pasado, cuando Estados Unidos acusó a México de “regalarle” petróleo a Cuba, diciendo que eso era ilegal y estaba ayudando a la dictadura. AMLO, como siempre, lo negó. Ahora, con el INAI metiendo caña, la cosa se pone más interesante.
¿Qué dicen los medios?
Por ahí dicen que solo en el 2023, México mandó petróleo por un valor de 200 millones de dólares a Cuba. ¡Una tremenda cantidad de dinero! Dicen que eso fue como un salvavidas para Cuba, porque Venezuela, su principal proveedor, les estaba dando menos petróleo.
Pero esto no se queda en el petróleo, asere. Parece que México también le mandaba otros materiales y suministros a Cuba, y la verdad del asunto es que, hasta ahora, nadie sabe a ciencia cierta cómo se cocinaron esos negocios.
Conclusión
Este asunto es candela pura. Veremos qué pasa ahora que Pemex tiene que soltar toda la información. La transparencia es un buen principio, pero ya veremos si eso calma las aguas internacionales o nos mete en un lío más grande. Ya veremos qué sale de esto. ¡Qué Dios nos agarre confesados!