#Los Yuma as Ucrania: tierras raras o nada
Dime, hermano, échate este cuento que está más bueno que un pastel de guayaba. Resulta que el mismísimo Trump, ese que siempre anda buscando un billete verde por ahí, se puso a negociar con Ucrania. ¿El tema? Las “tierras raras”, esos minerales que son como el oro del siglo XXI para la tecnología y las armas.
Un trueque a lo grande
La cosa es que EEUU le está dando candela a Ucrania con ayuda militar y plata, pero Trump dice que quiere algo a cambio. ¡No me digas! Resulta que quiere asegurar el acceso a esas tierras raras que hay en Ucrania, como si fueran las últimas cajas de cerveza en una bodega antes del ciclón. “Estamos buscando un acuerdo…donde ellos aseguren lo que les estamos dando con sus ‘tierras raras’ y otras cosas,” dijo el propio Trump. ¡Tremendo descaro!
¿Qué son esas “tierras raras”?
Para que vayas entendiendo, asere, esas tierras raras son un grupo de 17 metales que son la base de la tecnología moderna. Desde tu celular hasta los misiles, todo necesita de esas cositas. China es la reina del mercado, pero Ucrania tiene un buen pedazo de la torta. Así que, Trump no quiere dejar pasar esa oportunidad, ni aunque le caiga un rayo.
Zelenski y su jugada maestra
Por su parte, Zelenski no se queda atrás. Ya en octubre del 2024, había dicho que buscaba acuerdos para proteger los recursos naturales de Ucrania y atraer inversión extranjera. ¡Ese tipo es un lobo con piel de cordero! “Se trata de proteger nuestros recursos críticos, incluidos metales con un valor de billones de dólares,” dijo. O sea, ¡el hombre sabe lo que tiene en sus manos!
Trump y sus quejas
Trump, como siempre, puso el grito en el cielo por la poca plata que Europa está metiendo en la guerra. “Tenemos un océano en medio. Ellos no. Es más importante para ellos que para nosotros,” se quejó. Como si la guerra fuera un juego de dominó y él fuera el único que está poniendo las fichas.
¿Y la paz?
Ah, bueno, Trump también dijo que las conversaciones de paz van viento en popa, pero no soltó prenda de qué se está cocinando. Recuerda que en su campaña prometió resolver la guerra en un día. ¡Qué vaína! Ese cuento está más inflado que un globo.
En fin, mi gente, este cuento de las tierras raras, la ayuda militar y las negociaciones de paz está más enredado que una madeja de hilo. Pero lo que está claro es que Trump anda buscando su tajada del pastel, y lo va a hacer como sea. ¡Tremendo descaro! ¡Que bolá!