Las 13 personas desparecidas en incendio de Holguín: Muertas
Bueno, asere, la mala noticia llegó y es bien jodida. Resulta que en Melones, Holguín, donde explotó el almacén de material de guerra de las FAR… Quién sabe guardando qué y para defender a quíen, Trece militares (personas ) desaparecieron, ¡trece! Y el gobierno, ¿qué hizo? ¡Se quedó calladito como una tumba! Quince días, ¡quince días!, sin dar ni una mísera explicación.
El gobierno habla… pero la gente no le cree
Al final del día, salió una notita del MINFAR diciendo que, al parecer, fue un cortocircuito, un fallo eléctrico, lo que provocó la explosión. ¡Ajá!, dijeron los familiares, como si fuera una tontería. La cosa es que, según ellos, el lugar está que da miedo, lleno de gases, con el peligro de más derrumbes… por eso, ¡ni pinga! van a sacar los cuerpos. Eso sí, están bien “en talla” para decir que los 13 “compañeros” están muertos, así, sin más.
Familiares indignados: ¡Una falta de respeto!
Pero, ¿tú sabes? Los familiares están super molestos, tristes y jodidos. Dicen que el gobierno no les dio ninguna información durante días, que los tenían en el limbo y la babosería, sin saber nada de sus hijos, hermanos, maridos… ¡Una falta de respeto y sensibilidad! Muchos dicen que esto huele a algo más que un simple cortocircuito, que hay gato encerrado, que están escondiendo la bola. Que se fajaron con el gobierno, pidiendo explicaciones, y ¡na de na!
Un misterio que deja más preguntas que respuestas
Que salgan ahora, después de tanto silencio, a decir que fue un cortocircuito… huele a tremenda mentira. Muchos piensan que es puro cuento chino, que hay algo que no nos están contando. La cosa es que, sin importar la causa, ¡13 personas murieron! Hay que meterle coco a esto. 13 gentes que lo mas probable ni querían estar allí. No podemos quedarnos callados, y esa falta de transparencia, eso de guardar silencio, ¡eso no se puede permitir!.
Conclusión: Más que un cortocircuito
Este caso deja más preguntas que respuestas, asere. La falta de transparencia por parte del gobierno solo alimenta las sospechas. ¿Qué pasó realmente en Melones? Solo el tiempo —o quizás alguna investigación independiente— lo dirá. Pero, como decimos aquí: “¡Que vaina!”