¡La Tele se Fue a la P… en Villa Clara!
Dime, hermano, ¿qué bolá? ¡Prepárense que esto es un notición de esos que te dejan con la boca abierta! Resulta que en Villa Clara, la tele, esa misma que nos muestra las mismas noticias todos los días, decidió irse de vacaciones sin avisar… ¡y de un plumazo! Cubavisión, ¡plop!, se fue al garete. Apagón total, asere, como si le hubieran cortado la corriente a la propia vida.
La culpa la tienen los transmisores… ¡viejitos!
Según el jefe de Radio Cuba en Villa Clara (que debe estar sudando como un cochino en un incendio), el problema es más gordo que el trasero de un hipopótamo. El transmisor, ¡ay, Dios mío!, es más viejo que Matusalén y está más desgastado que las chancletas del vecino chismoso. El pobre ya no da más. Le falta potencia, tiene los componentes tan dañados que hasta un mago de la magia negra lo tendría difícil para resucitarlo.
Y la cosa se pone peor, mi gente. No hay repuestos. ¡Ni pinga! Ni en Cuba, ni en el extranjero. Parece que el transmisor usa tecnología de la época de los dinosaurios, y a nadie se le ocurre buscar partes para esos armatostes. ¡Tremendo abuso!
Las redes sociales, ¡un festival de chistes!
Claro, en las redes sociales, el relajo no se hizo esperar. Hubo de todo, desde la gente que le echaba la culpa al bloqueo (como si eso explicara todo), hasta los que se reían de lo malísima que es la programación cubana. “Que se pongan a ver Netflix”, dijeron algunos. Otros se preguntaban “¿Para qué quieren más tele si solo pasan lo mismo una y otra vez?”. ¡Tremendo análisis! ¡Como para pensarlo!
Otros proponían que algún diplomático cubano que viaje al exterior traiga uno de contrabando en la maleta. ¡Como si fuera un paquete de cigarrillos! ¡La creatividad cubana no tiene límite!
¡Y en Santiago también hay candela!
Y como si Villa Clara no fuera suficiente, ¡en Santiago de Cuba también hay problemas con la tele! La señal de alta definición, esa que se ve clarita, se ha ido a pasear desde enero. El transmisor del Puerto de Boniato, que también está pidiendo auxilio a gritos, está dando tumbos y ofreciendo un servicio más malo que la comida de una guagua.
¿Qué pasa, asere? ¿Es que la tecnología en Cuba ha decidido hacer huelga? ¡La cosa se está poniendo fea! Los técnicos están fajádose a ver qué pueden hacer, pero con esas condiciones… ¡ni pinga!
¡El futuro de la tele cubana? ¡Un misterio!
Mientras tanto, la gente busca alternativas. Las plataformas de streaming, como Netflix y HBO Max, se están volviendo súper populares, aunque acceder a ellas es una odisea en Cuba. Muchos cubanos usan VPN, pero con los precios del internet y los problemas de conexión… ¡esa es otra historia!
En fin, mi gente, este cuento de la tele apagada es una muestra más de lo que pasa en Cuba. Falta de recursos, tecnología obsoleta, ¡y la gente buscando cómo entretenerse! ¡Que bolá! ¡Tremendo lío!