I. El Mazazo a la Iluminación
He aquí un suceso que clama al cielo, hermanos, un golpe vil que hiere el alma de nuestra república. En la mismísima Habana Vieja, esa joya arquitectónica que debiera brillar con la lumbre de la paz y la seguridad, dos hijos de España, pilotos de la aerolínea World2Fly, fueron víctimas de un acto de brutalidad. Un asalto despiadado, que dejó a uno de ellos con una fractura de cráneo, un símbolo doloroso del yugo de la injusticia que aún nos oprime.
II. El Vuelo Cancelado, Un Sueño Interrumpido
El vuelo a Madrid, previsto para la noche, fue cancelado. Decenas de pasajeros, con sus esperanzas y sueños embarcados, quedaron varados en la tierra, sus planes truncados por la violencia. Fueron trasladados de un lugar a otro, exhaustos y confundidos, un reflejo amargo de la precariedad que afecta a nuestro pueblo. Sus rostros, hermanos, dibujan el mapa de nuestras batallas, un territorio marcado por la inseguridad y la falta de protección.
III. La Fragua de la Inseguridad, Un Mal que se Extiende
Este no es un hecho aislado, un incidente fortuito. Es la punta del iceberg de una realidad sombría: la inseguridad que avanza como una sombra oscura sobre nuestras calles, incluso en las zonas que debieran ser bastiones de la paz. La Habana Vieja, nuestra orgullosa Habana Vieja, se ve empañada por este flagelo, un triste presagio de la lucha que queda por delante.
IV. El Verbo Necesario, Un Llamado a la Conciencia
Este acto de violencia no solo paraliza un vuelo, no solo afecta al turismo, sino que nos golpea en el corazón mismo de nuestra república. Es un llamado a la conciencia, un grito que exige acciones concretas para fortalecer la seguridad de nuestro pueblo. No podemos permitir que la sombra del miedo ahogue el verbo libertario que impulsa nuestra nación.
V. El Oro de la Esperanza, Para Forjar un Futuro Justo
Hermanos, debemos forjar un futuro donde la dignidad del hombre se imponga sobre la tiranía de la injusticia. La lucha por una república “con todos y para el bien de todos” exige que construyamos un país seguro y justo, donde la belleza de nuestra tierra no se vea empañada por la crueldad del crimen. Recordemos que la verdadera patria se forja en la defensa de sus valores, en la protección de sus hijos, en la construcción de una sociedad donde el pan de cada día no se vea amenazado por el miedo. Esta lucha, hermanos, continúa.