¡La Salazar se faja por los indocumentados!
Dime, hermano, ¿te enteraste del chisme? María Elvira Salazar, la congresista cubana, está creando tremenda candela en Washington con una nueva propuesta migratoria. ¡Ni la guagua P-16 tiene tanta vuelta como este asunto!
El Plan “Dignidad”: ¿Guagua o Patada?
Esta propuesta, que se llama la Ley Dignidad (nombrecito que le queda como anillo al dedo, ¿no?), es un intento bipartidista, o sea, republicanos y demócratas juntos, para darle un empujoncito (o una patada, depende de cómo lo veas) al sistema migratorio de los Estados Unidos. La idea es darle estatus legal a algunos indocumentados, pero sin amnistía, ¡claro! Que nadie se vaya a creer que esto es un “pase mágico”.
La cosa es que, según la Salazar y su compañera de aventuras políticas, la demócrata Verónica Escobar, el sistema migratorio gringo está más roto que un disco rayado. Y ellos quieren arreglarlo, ¡sin perder el control fronterizo! Un cuento chino, dirán algunos, ¡pero ellos se están fajando!
Lo que viene en la Ley:
Aunque el cuento está todavía en desarrollo, se rumorea que la Ley Dignidad incluye:
Estatus temporal: Para los indocumentados que lleven al menos cinco años en el país, ¡con papeles en regla, como debe ser! Se habla de antecedentes penales, impuestos pagados, y otras cositas que te harán sudar la gota gorda.
Beneficios para los “Dreamers” y el TPS: ¡Los soñadores y los del TPS podrían tener algo de suerte! Se comenta de residencias condicionales y hasta un posible camino a la residencia permanente.
Reforma del asilo y control fronterizo: Más rapidez en los procesos de asilo, centros humanitarios en Latinoamérica… ¡un plan completo, aunque algunos dicen que es puro cuento chino!
Visas agrícolas: ¡Para los que trabajan la tierra! Una ayuda para los que han aportado a la agricultura gringa, pero viven en la oscuridad.
Modernización del sistema: Menos tiempo de espera para las visas familiares y laborales… ¡suena bonito, pero ya veremos cómo resulta!
¿Será un éxito o un fracaso?
Ño, asere, esto está más complicado que un rompecabezas de 1000 piezas. La propuesta suena bien en teoría, pero ¿podrá pasar el filtro del Congreso? Los pro-inmigrantes la podrían ver como algo muy duro, mientras que los sectores conservadores se van a oponer porque piensan que esto les abrirá la puerta a una “invasión”.
Al final del día, solo el tiempo dirá si la Salazar logró lo que se propone. Pero de que esta propuesta ha metido candela, ¡eso no hay quien lo niegue!