La inflación en Cuba: ¡Un cuento más largo que el Malecón!
Dime, hermano, ¿qué bolá? Te voy a contar una tremenda historia, una que te va a dejar con la boca abierta como si hubieras visto a la guagua pasando a tiempo. Resulta que, según unos expertos que se fajan con los números (del Observatorio de Monedas y Finanzas de Cuba, o OMFi, pa’ que te enteres), esa bajada de la inflación que el gobierno anda pregonando es puro cuento. Más falso que un billete de 3 pesos.
La Papa Seca de la ONEI
La ONEI (Oficina Nacional de Estadística e Información), como siempre, soltó su reporte con la inflación bajando. En mayo, dicen ellos, quedó en un 16,43%. ¡Qué maravilla, dicen ellos!, la más baja desde la pandemia. Pero espera…
La Verdadera Candela: El Empobrecimiento
Estos “expertos” del OMFi, que no son de esos que le hacen coro al gobierno, dicen que esa “bajada” no es por mejoras económicas, ¡no, asere! Es porque la gente está más pobre que una rata. El poder adquisitivo se fue pa’ la China, ¡y no hay pasaje de regreso! Los salarios y las pensiones son menos que nada.
La gente está pagando un “impuesto inflacionario”, que no es otro que el de no poder comprar ni un mango por más que te esfuerces. ¡Qué abuso!
ETECSA: La Guinda del Pastel
Y como si fuera poco, viene ETECSA con su “tarifazo”. Claro, eso le va a dar candela a los precios en junio, y a los negocios, más todavía. Ni pinga, eso sí que va a pegarle al bolsillo de todo el mundo. Los precios van a seguir subiendo como la espuma en un café cubano. Ni se diga.
El Mercado Negro: La Otra Cara de la Moneda
Oye, pero este cuento no acaba aquí. La ONEI, esa cosa fría como un pomo de agua de coco, solo habla del mercado formal. El mercado informal, donde la gente hace los trueques y las mañas pa’ poder sobrevivir, ¡ese no lo cuenta nadie! Y ahí, asere, la inflación está por las nubes, ¡una verdadera locura!
Conclusión: ¡Más Pobreza Que Nunca!
En resumen, hermano, la inflación no bajó. Lo que bajó fue el poder adquisitivo de la población cubana. Esto es más complicado que el dominó, y la solución está más lejos que la guagua que nunca llega. Mientras tanto, seguiremos fajándonos como podemos, tratando de buscar la manera de hacerle frente a esta realidad tan dura.