¡La Guiteras volvió, pero la gente sigue sin corriente!
Dime, hermano, ¿qué te cuento? ¡La Guiteras volvió a sincronizarse con el SEN! ¡Suena a buena noticia, verdad?! Pues sí, asere, pero… ¡qué va! La planta echó a andar, tirando unos 170 megawatts, según la UNE (que dice lo que le da la gana), pero la realidad en la calle es otra cosa. ¡El verano sigue ardiendo, sin luz, sin aire acondicionado, y con los nervios a flor de piel!
¡El cuento del apagón, una saga interminable!
Ño, asere, esto es un culebrón cubano. El primer ministro, Manuel Marrero, el mismo que se pasea en carro nuevo mientras la gente se faja con los apagones, dijo que “el verano no será sin apagones”. ¡Tremendo chiste, verdad?! Como si nos lo hubieran dicho desde hace años…
El problema no es solo la Guiteras, aunque esa máquina parezca estar más tiempo parada que andando. ¡Es todo el sistema eléctrico, un rompecabezas viejo, destartalado, con piezas sueltas y sin repuesto! Falta de combustible, máquinas viejas que parecen haber nacido en la época de Martí, un deterioro que da miedo, y una logística que te deja con la lengua afuera.
¡Generación distribuida? ¡Más cuentos chinos!
La UNE anda diciendo que han recuperado 1000 MW con la generación distribuida, pero… ¡qué te creo! En mi cuadra, no se nota ni un poquito. ¡Sigue la misma candela! Eso es como echarle agua a un incendio con una jeringuilla, mi hermano. Es un paliativo, un parche, nada más.
La realidad: ¡A oscuras y con los pelos de punta!
Mientras tanto, la gente se las arregla como puede. El calor aprieta, la comida se daña, el agua no llega, y los nervios están a punto de explotar. ¡Y ni hablar de la salud! Los hospitales trabajan con las uñas. Es un abuso, un descaro, un chantaje. ¡Y sin un plan serio a la vista!
¿La Guiteras se sincronizó? Sí, mi hermano. ¿Se resolvió el problema? ¡Ni pinga! ¡La candela sigue prendida, y la gente sigue a oscuras! Esto es más largo que un día sin pan, más complicado que una receta de abuela, y más difícil de resolver que un crucigrama chino.