¡La Corte de Nueva Orleans le paró el carro a Trump!
Dime, hermano, ¿qué tú crees que está pasando? ¡El mismísimo Trump se comió un tremendo palo! La Corte de Apelaciones del Quinto Circuito, allá en Nueva Orleans, le dijo que “no joda” con su idea de usar la Ley de Enemigos Extranjeros pa’ deportar venezolanos. ¡Tremendo guantazo!
Esta ley, mi gente, es de la época de los abuelos de nuestros abuelos… ¡del 1798! Se hizo pa’ tiempos de guerra, cuando había candela por todas partes. Pero Trump, en su infinita sabiduría (o falta de ella), quiso usarla pa’ echar pa’ fuera a los venezolanos, diciendo que era una “invasión extranjera.” ¡Eso sí que es un cuento chino!
La Corte le dijo: “¡No me jodas!”
Los jueces, con tremenda seriedad (y un poco de guasa por debajo de la mesa, seguro), dijeron que NO. Que esa ley es pa’ tiempos de guerra, no pa’ resolver los problemas de inmigración de hoy día. Que lo de los venezolanos llegando no es lo mismo que una invasión con tanques y fusiles. ¡A ese no lo salva nada! ¡La vaina quedó más clara que el agua!
Uno de los jueces, un tipo que Trump mismo puso, se puso bravo. Dijo que sus compañeros se habían pasado de la raya, que estaban haciendo de jueces lo que son comandantes en jefe. ¡Qué abuso!
Pero al final, la decisión quedó como quedó: Trump no puede usar esa ley tan vieja. ¡Tremendo revés pa’ sus planes!
¿Y qué pasó con los venezolanos?
Bueno, asere, la cosa es que muchos venezolanos que estaban a punto de ser deportados, ahora tienen un respiro. Organizaciones que defienden los derechos humanos salieron a la calle a celebrar. Dijeron que era una victoria pa’ la justicia, que se había demostrado que hasta el presidente tiene que seguir las leyes.
¿Qué sigue ahora?
Pues, mi gente, esto no se acaba aquí. El gobierno de los Estados Unidos puede apelar la decisión. ¡Así que todavía falta candela pa’ rato! Lo que sí queda claro es que a Trump le tocará buscar otras maneras de fajarse con el tema de la inmigración. ¡Este cuento, chama, está que arde! Esto sí que es una película.