¡Chancletazos en Miami! Inspectores de comida pillados con las manos en la masa
Dime, hermano, échate este cuento que te va a dejar con la boca abierta. Dos inspectores de comida en Miami-Dade, esos que supuestamente vigilan la limpieza de los restaurantes, resultaron ser unos tremendos extorsionistas y ahora están tras las rejas. ¡Qué candela!
La “Trampa de Grasa” que los dejó sin grasa en la cuenta bancaria
La operación, que le pusieron el nombre de “Trampa de Grasa” (¡qué chiste!), comenzó en abril del 2024. Varios dueños de restaurantes se quejaron a la policía de que estos tipos les estaban pidiendo “un pesito” para no ponerles multas o cerrarles el negocio. Según la jefa, la alguacil Rosie Cordero-Stutz, los inspectores decían que tenían problemas con las trampas de grasa –esas que filtran el aceite de las freidoras– y que por un dinerito extra, ¡zas!, se olvidaban del asunto.
¿Y cómo era el cuento? Los dueños estaban con la lengua afuera, porque les daban a escoger: o pagaban cientos de dólares en efectivo, o se enfrentaban a multas y al cierre del negocio. ¡Qué abuso! Claro, la mayoría prefería pagar, porque un cierre significa un montón de problemas y pérdidas. ¡Y qué va a hacer uno con un montón de malanga y carne de puerco en la nevera si no puede vender?
Caer en la trampa: Dos inspectores, un montón de problemas
Uno de los tipos, Charles E. Bryant II, cayó en mayo del 2024. Al otro, Craig A. Bethel, lo pillaron después. Aunque trabajaban en la misma oficina, al parecer cada uno hacía sus “negocios” por su cuenta. La fiscal Katherine Fernández Rundle dijo en una rueda de prensa que los dueños de los restaurantes se sentían robados. ¡Y con razón!
Entre los dos, se han embolsillado más de 14,000 dólares. ¡Tremendo botín! Las autoridades ya han identificado a al menos 15 negocios que fueron víctimas de este par de “artistas del engaño”. Los cargos que les pusieron son fuertes: compensación ilegal, esquema fraudulento y mala conducta oficial. ¡Ni un salve los salva a estos dos!
¿Más víctimas? ¡A denunciar, que la guagua de la justicia está llegando!
La policía cree que puede haber más víctimas de esta “Trampa de Grasa”, y le están pidiendo a cualquiera que haya sido estafado que lo denuncie. La alguacil Cordero-Stutz dijo que cada víctima que aparecía los llevaba a otra. Así que la investigación sigue. ¡Que sepan que este tipo de corrupción no se va a quedar impune!
En fin, asere, este cuento te enseña que en Miami, como en Cuba, la corrupción siempre está al acecho. Pero al menos, en este caso, se les puso freno a tiempo. ¡A seguir con cuidado por ahí!