¡Estados Unidos exige fe de vida de Ferrer!
Dime hermano, échate este cuento que está más bueno que un mojito. Resulta que el gobierno de los EEUU está de los nervios con lo que le está pasando a José Daniel Ferrer en Cuba. ¡Y no es para menos! El tipo está preso político, y parece que la cosa se está poniendo fea, muy fea.
Un preso en candela
Según cuentan los pajaritos, a Ferrer lo tienen en la cárcel de Mar Verde, en Santiago de Cuba, y lo están tratando peor que a un perro callejero. Golpizas a diario, comida que parece comida de perro (si es que los perros comieran eso), agua sucia… ¡hasta lo tienen en huelga de hambre!
El mismísimo Marco Rubio, ese que no se calla ni debajo del agua, soltó los perros por Twitter: “El régimen cubano sigue torturando a José Daniel Ferrer. EEUU exige prueba de vida inmediata y la liberación de todos los presos políticos”. ¡Tremendo descaro! ¡Como si la dictadura se fuera a doblar tan fácil!
Silencio sepulcral
Pero lo peor del caso es el silencio. El gobierno cubano, ese que siempre tiene la lengua larga para otras cosas, se ha callado como una tumba. ¡Ni una palabra! Ni confirman ni desmienten las acusaciones de tortura. Eso sí que es sospechoso, ¡más que un chino vendiendo relojes falsos en la calle!
La hermana de Ferrer, Ana Belkis, está desesperada, gritando al mundo que su hermano puede desaparecer. ¡Y no es un cuento chino! Las organizaciones internacionales de derechos humanos también están preocupadas, ¡más que un gallo en un campo de minas! Todos están pidiendo pruebas de vida, que el gobierno de Cuba demuestre que Ferrer está vivo y bien, que no lo han hecho desaparecer como a tantos otros.
La presión sube
Esta presión de EEUU no es ninguna broma, mi gente. Está claro que si el gobierno cubano no suelta prenda pronto, la cosa puede ponerse mucho peor. Ya la comunidad internacional está mirando con lupa lo que pasa en Cuba, y cada vez hay más gente que exige cambios.
Así que, mi hermano, estamos en un momento crucial. El futuro de Ferrer y el de muchos otros presos políticos depende de lo que pase en los próximos días. ¡A ver si los de arriba, en la isla, abren los ojos y hacen lo correcto! Porque si no, la candela se va a poner tan grande que va a quemar hasta los mangos de la esquina. ¡Y eso sí que sería un problema!