La vida, esa puta vieja y gruñona, nos regala siempre giros de guion más enrevesados que la trama de una novela de Chandler. Y en el caso de Diliamne Jouve, la llamadita “La Dura”, parece que se está escribiendo un capítulo nuevo, con tinta de whisky barato y promesas de madrugada.
El Murmullo de la Noche en Miami
La influencer, esa criatura que vive entre el brillo de las pantallas y las verdades a medias, ha sido vista de nuevo en el circuito de los bares y los clubs de Miami. Dicen los que tienen oídos en todas las esquinas, y carteras abiertas, que la han pillado en un local con un acompañante. Un “misterioso galán”, lo llaman los plumillas de la prensa rosa, esos que buscan la hebra suelta para tejer sus historias. Y es que, ¿qué otra cosa se podía esperar después de decir adiós, tras más de una década, al reguetonero Jacob Forever?
El fin de una historia, el inicio de otra. Así son las cosas, maldita sea. La vida no para, ni siquiera cuando el corazón se empeña en hacerlo. Y mientras Jacob saca sus penas en forma de rimas, ella, La Dura, se pasea por la ciudad de los sueños rotos, buscando quizás un nuevo verso que la haga olvidar el estribillo anterior.
El Respeto como Bandera, la Hija como Norte
Pero ojo, que aquí no estamos para juzgar a nadie. Las rupturas, sobre todo cuando hay una criatura en medio, se llevan de otra manera. Y ellos, para honrar a Saisha, su hija, han sacado a relucir un discurso de respeto mutuo que, mira tú por dónde, es más raro que un domingo sin misa en un pueblo de Cuenca.
Jacob, con esa pose de poeta maldito que le sienta bien, ha dejado caer en sus versos que, pase lo que pase, digan lo que digan, el amor por su hija es un lazo inquebrantable. “Seremos familia para siempre”, ha proclamado, y quién sabe si en esas palabras hay un guiño, una espina clavada o solo el cansancio de quien ya ha visto mucho.
Y La Dura, fiel a su estilo, ha respondido con la sabiduría de quien ha aprendido a golpes. A sus seguidores, que la idolatran y la critican a partes iguales, les ha soltado la perla: “La única forma de terminar una relación de tantos años sin dolor es cerrando ese capítulo con el mismo amor, respeto y gratitud con el que un día lo comenzaste”. ¡Toma ya! Eso tiene más bemoles que una fuga de Bach y huele a verdad curtida.
El Futuro: Un Misterio con Sabor a Noche Cubana
Así que ahí la tienen, en las calles de Miami, con una sonrisa que podría ser de alivio, de resignación o de pura picardía. La vida personal de La Dura, esa que tantos siguen con lupa, parece que se abre a nuevos horizontes. Y nosotros, aquí, con un cigarrillo que ya prohibirán mañana y un vaso de algo que pica, solo podemos esperar a ver qué nos cuenta la siguiente canción, qué rima se le escapa a este nuevo romance. Porque al final, todos buscamos un amor que nos haga olvidar el whisky barato y las cicatrices que nos dejó la torpeza. Y ella, que ya ha navegado esas aguas, parece estar lista para volver a echarse al mar. Que Dios, o quien sea, la pille confesada y con la cartera llena.