El Sistema de Salud Cubano: ¡Más Frito que un Plátano!
Dime, hermano, échate este cuento… El Ministro de Salud, ese que se supone que cuida nuestra salud, salió a decir que aunque las misiones médicas están trayendo unos cuantos dólares, no alcanzan ni pa’ comprar aspirinas. ¡Tremendo cuento! Dice que con lo que llegan, alcanzan pa’ comprar algunos antibióticos, algunos “insumos” (que ni sé lo que son) y piezas pa’ las máquinas… ¡Y deudas, claro! Deudas pa’ más sebo.
¡Tocamos Fondo, Asere!
El propio ministro dijo que “prácticamente habíamos tocado fondo”. Ño, y eso que no te digo lo que pasa en la calle. ¡La cosa está más fea que un siete de espadas! Solo hay un 30% de los medicamentos que deberían estar, ¡y las farmacias ni llegan al 32% de la demanda! ¡Es una locura! La gente se faja con enfermedades comunes y crónicas porque no hay nada. ¿Y qué hace la gente? A buscar en el mercado negro, a ver si hay suerte.
Medicamentos en el Consultorio: ¡Qué Chiste!
Ahora dicen que están vendiendo medicamentos en los consultorios. ¡Qué invento! Pero el propio ministro confesó que la cosa tiene sus “imperfecciones”, o sea, que el plan no sirve. ¡Candela! ¡Tremendo lío!
¡La Muerte Nos Acecha!
Mira, compadre, las cifras son escalofriantes: la mortalidad materna está por las nubes, y la infantil ni te cuento. ¡La cosa está que arde! El Ministro dijo que en la primera mitad del año, murieron más madres que el año pasado. Y los niños… ufff, ni te lo imaginas. Y todo esto, a pesar de que dicen que están mejorando el sistema. ¡Qué abuso!
¡Hasta los Médicos se Van!
Y lo peor es que hasta los médicos se van. Se van buscando una vida mejor, buscando donde sí haya medicamentos y donde los valoren. ¿Y quién nos va a curar a nosotros? ¡Que bolá! Las misiones médicas siguen trayendo dólares, pero eso no arregla el problema. Este es un problema de raíz, un problema que se ha ido cocinando a fuego lento, y ahora ya está más que pasado de sal.
El Final de la Película
Al final del día, este cuento es una muestra de lo mal que está la salud en Cuba. Se necesita más que unos cuantos dólares de las misiones médicas para solucionar este desastre. Necesitamos un cambio radical, pero mientras tanto, la gente sigue sufriendo, con la lengua afuera y sin medicamentos. ¡Qué abuso!