¡El Sauce está más jodido que un perro sin cola! García le mete candela al MINCULT
Dime, hermano, ¿has visto el estado en que está El Sauce? Ño, asere, parece un cementerio de elefantes. Y es que nuestro querido Luis Alberto García, ese tipo que se faja con los personajes como si fueran de verdad, le metió candela al MINCULT y a ARTEX por el abandono de este complejo cultural. ¡Tremendo descaro!
El actor no se calla nada
El hombre, sin pelos en la lengua, soltó un tremendo discurso, más directo que un tiro al blanco. Dijo que el lugar está en ruinas: las luces parecen luciérnagas con artritis, el sonido es peor que una guagua destartalada, y la comida… ¡ay, Dios mío, ni hablar! Más caro que un viaje a la luna y con la calidad de una piedra.
Según García, este es un abuso. Un abuso contra los artistas, que a veces no ven un centavo por su trabajo, y un abuso contra el pueblo, que no puede disfrutar de la cultura como se merece. ¡Y tiene toda la razón!
No más congresos inventados
El actor también le tiró unos cuantos palos a los congresos inventados, los desfiles sin chiste y las visitas televisadas que solo sirven para engordar el ego de algunos. Dice que eso no ayuda a la cultura, que lo que hay que hacer es fajarse de verdad, solucionar los problemas de raíz. ¡Y cuánta razón tiene!
El reto: ¡Arreglen El Sauce ya!
García le tiró un reto al MINCULT y a ARTEX: ¡Arreglen El Sauce, ya! Que pongan a funcionar la cosa como es debido, que se respeten a los artistas y que el pueblo pueda disfrutar de un lugar decente para disfrutar de la cultura. A ver si reaccionan, ¿no?
¿Qué pasará ahora?
Este lío ha puesto a todo el mundo a hablar. Algunos apoyan a García, otros lo critican… ¡pero el hombre dijo lo que muchos pensamos en silencio! La pregunta es: ¿escucharán al MINCULT y a ARTEX? O, ¿seguiremos viendo a El Sauce convertido en un monumento al abandono?
Solo el tiempo dirá si esta candela sirve para algo o se queda como un cuento chino más. Mientras tanto, yo me quedo con la guapería de García, que le metió la frente al sol y dijo lo que tenía que decir, sin importarles las consecuencias. ¡Tremendo tipo!