¡El Micha en La Piragua! ¡La cosa está prendía!
Dime, hermano, ¿qué tú crees que está pasando? El Micha, el mismo que se fue pa’l norte, anunció concierto en La Habana, ¡en La Piragua, nada menos! El nueve de agosto, según él mismo dijo en un live que borró más rápido que el chisme se corre en el barrio. “El día nueve nos estamos viendo en el Malecón… Cuba está comiendo candela y Cuba siempre va a estar viral,” soltó el tipo, como si fuera una arenga en un mitin… ¡pero de reggaeton!
El chisme se regó como pólvora
Ño, asere, esto sí que armó un revuelo. Las redes se encendieron, ¡una candela! Unos lo celebran como si fuera el regreso del Mesías, otros lo tiran a palos, dicen que es un vendido, que solo le importa el billete. La cosa es que el concierto del Micha en La Habana ha abierto la caja de Pandora de nuevo. Muchos se preguntan: ¿Será que el tipo se olvidó de la situación política en la isla? ¿O esto es puro negocio?
¿Guapería o estrategia de marketing?
Hay quienes dicen que es una jugada maestra de marketing. Que el Micha sabe que su público está aquí, en Cuba, y que así se asegura las ventas. Otros, los más bravos, aseguran que está colaborando implícitamente con el régimen, como si le echara agua al fuego a la dictadura. Que con el concierto en La Piragua, un espacio oficial, es como si estuviera dando un sello de aprobación al gobierno.
La verdad, mi gente, es un misterio con más vueltas que una guagua en hora pico. El Micha, hasta el momento, se ha mantenido en silencio… o al menos, se ha mantenido callado en los canales oficiales. No se sabe si el evento tiene el visto bueno de Cultura o cualquier otro organismo estatal. Mientras tanto, la polémica sigue creciendo más que el precio del plátano.
El debate sigue prendido
Este concierto, asere, no es solo un evento musical. Es una muestra más de la compleja relación entre los artistas cubanos que viven fuera de la isla y el gobierno. Es un espejo de la situación política y social de Cuba, donde la libertad de expresión no siempre es un derecho… ¡ni un favor! Muchos recuerdan a otros artistas que han preferido mantenerse alejados de la isla o han sufrido las consecuencias por su postura crítica.
En fin, mi gente, el misterio sigue en el aire, como el olor a fritura de la esquina. Habrá que esperar al nueve de agosto, a ver si el Micha trae la paz o la guerra… ¡o quizás solo un buen perreo! Y tú, ¿qué tú opinas? Déjame tu comentario, que este chisme no se acaba hasta que la última guagua no llegue a su destino. Y eso, mi gente, ¡puede tardar un montón!