#¡El cemento se fue a la luna!
Dime, hermano, ¿te enteraste del chiste del año? El gobierno, en su infinita sabiduría, decidió duplicar el precio del cemento. ¡Duplicar, asere! Como si la gente no estuviera ya con la lengua afuera buscando un mango pa’ la merienda.
Un saco… ¡de problemas!
Ño, esto sí que es una candela. La Resolución 31/2025, que salió en la Gaceta Oficial – esa que nadie lee – pero que todo el mundo sufre, entró en vigor desde el primero de enero (¡qué retroactivo, carajo!), y dejó a medio mundo con el proyecto de la casita parado en seco. Hablan de reconocer “los costos reales,” pero al final, quien paga los platos rotos es el que está fajado con la construcción.
Antes, un saco costaba lo que costaba… ahora es el doble. ¡El doble! Y eso que estamos hablando del cemento nacional, el que supuestamente es más barato. ¡Imagínate el precio del importado! Tendrás que vender un riñón pa’ comprarlo.
¿Eficiencia o descaro?
El gobierno dice que es para mejorar la eficiencia, reducir los subsidios y pagarles mejor a los trabajadores. Ajá, claro. Como si con ese aumento, el cemento fuera a aparecer como por arte de magia en todas las tiendas. Me huele más a descaro que a eficiencia. ¡Unos cuantos se van a hacer ricos mientras el resto seguimos en la misma!
Los precios van de 4,500 a 6,500 pesos por saco, depende si lo quieres a granel o en bolsa, y si es blanco o normal. Un precio que ni el más loco de la cuadra se esperaba. ¡Con ese precio, mejor me compro un carrito de comida y vendo frita!
La construcción, un lujo
Esta medida es una estocada más al corazón del sector de la construcción. Ya estaba difícil antes, con la escasez de materiales y la inflación por todas partes. Ahora, ¡ni se te ocurra pensar en levantar una pared sin un plan financiero que parezca una tesis doctoral! Las casas se siguen cayendo a pedazos y la gente sin opciones.
Y lo peor es que, aunque dicen que van a aumentar la producción… ¡mentiras como panes! La planta de Cienfuegos sigue funcionando a un 10% de su capacidad. ¡A ese paso, vamos a estar construyendo con plastilina!
Mientras el gobierno sigue echando cuentos, la gente de a pie sigue batallando pa’ sobrevivir. Y si te dicen algo diferente, dime monina, que te cuento otro cuento… ¡más real que éste!