Dime, hermano, échate este cuento que está más bueno que un mojito. Resulta que en Las Tunas, ¡pese a que llovió más que en el diluvio!, el agua potable está más escasa que la guagua en hora pico. ¡Una candela, mi gente!
Capítulo 1: La Presa “El Rincón” se quedó chiquita
La presa El Rincón, que es la que le echa el agua a medio Las Tunas, está a menos del 30% de su capacidad. Según el periódico 26, hay seis millones de metros cúbicos de agua, ¡na’ más! Eso es como si te dieran un vaso de agua cuando tenías sed de un tanque de gasolina. ¡Tremendo abuso!
Capítulo 2: Cañerías más viejas que mi abuela
Las cañerías, asere, están más viejas que Matusalén. Hay bombas paradas por todos lados, la de Piedra Hueca por ejemplo, está chilla’o por un transformador que se fue de vacaciones sin avisar. Y lo que funciona, ¡produce agua a cuenta gotas! Cincuenta litros por segundo, ¡eso no alcanza ni para mojarle los pies a un ratón!
Capítulo 3: Apañándose como pueden
En La Cana, la cosa está peor. Una sola bomba, ¡cincuenta litros por segundo! Pero, ¡ay, amigo!, entre las fugas en la red de distribución, a la ciudad llegan entre 20 y 30 litros. ¡Eso sí es un cuento chino! Están hasta poniendo una toma flotante en El Rincón, con buzos y todo. ¡Tremendo fajarse!
Capítulo 4: El llamado al ahorro (y la poca solución)
La directora de Acueducto y Alcantarillado, Piedad Herrera Núñez, dice que la situación está “tensa”. Y bueno, la solución es “usar el agua racionalmente”. O sea, ¡ahorrar! Pero, ¿y la solución de fondo, mi gente? ¿Cuándo van a arreglar esas cañerías que parecen espaguetis?
Capítulo 5: La sequía no perdona
Las lluvias de mayo no fueron suficientes para llenar los embalses. Las tormentas ayudaron a refrescar el ambiente, pero la sequía está más dura que el pan de la bodega. Y no solo en Las Tunas, ¡ah, no! Holguín, Ciego de Ávila, Sancti Spíritus… ¡Todos están con el agua al cuello! En Sancti Spíritus, más de 82,000 personas dependen de las pipas para conseguir agua. Quince días sin agua, ¡eso sí que es candela!