El 26 de Julio: ¡Fiestón de la Ruina!
Dime, hermano, échate este cuento. Cada año, el 26 de Julio. ¡Qué candela! Banderas por todas partes, más discursos que granos de arroz en una bodega. La tele muestra un pueblo feliz, como si fuéramos todos unos millonarios con yate y cuenta en Suiza. ¡Mentira como una casa!
La Realidad Es Otra Cosa, Mi Gente
En la calle, la cosa es bien distinta. Las colas son más largas que el Malecón, la guagua no llega y la luz se va más seguido que el marido de la vecina. El hospital parece una carnicería, sin jeringas ni gasas, y el estómago, más vacío que la cartera de un guajiro. ¿Y eso se llama resistir con dignidad? ¡Qué abuso! ¡Eso está más inflado que un globo!
¿Qué Se Celebra, Entonces?
¿El asalto al cuartel Moncada? ¡Ajá! Un plan medio loco que, si no fuera por la suerte (y un poco de… bueno, ya tú sabes), hubiera acabado en un “chiste chino” para la historia. ¿La revolución? Esa misma que prometió un paraíso y nos dejó en este… ¡desastre! Más bien parece que se celebra la resistencia misma, la capacidad del cubano para sobrevivir en medio de la escasez y la opresión.
La Farsa Anual
Mientras los “capos” se dan la gran vida con sus carros importados, sus clínicas privadas, y sus viajes pa’ Miami, el resto de nosotros luchamos por un pedacito de pan. La propaganda oficial nos habla de “logros”, de “resistencia”, de “venceremos”. ¡Venceremos qué, asere?! ¡El hambre? ¡La oscuridad? ¡La falta de medicamento? ¡Esa es una tremenda película cubana!
El Éxodo Continuo
La cosa está tan mal que hasta el dominó se juega con menos alegría. La gente se va, mi hermano, como hormigas despavoridas. Y no es que sean unos fulas, es que la vida aquí se volvió tan dura que hasta el más valiente piensa en irse. ¡Ni pinga de celebración hay aquí!
La Historia Que No Se Cuenta
La historia oficial nos pinta un cuadro heroico, pero la realidad es otra. Una historia de oportunismo, de promesas rotas, de un líder que se convirtió en un dictador. ¡Que abuso! Esa historia ya se acabó, solo la siguen contando por la fuerza.
Un Día de Duelo y Memoria
El 26 de Julio no es un día de orgullo nacional, sino un recordatorio de una de las peores tragedias de Cuba. Mientras la propaganda grita “¡Viva la Revolución!”, el pueblo calla. No por respeto, sino por cansancio. Algún día, cuando la verdad prevalezca, el 26 de Julio será un día de duelo y memoria, un día para reflexionar y construir un futuro mejor. Hasta entonces, seguiremos sobreviviendo como podemos, con la esperanza de que algún día lleguen mejores tiempos. Dime, monina, ¿tú qué piensas?