Dime hermano, échate este cuento: Resulta que EEUU le puso el cascabel al gato a los peloteros cubanos de Grandes Ligas que soñaban con volver a la isla. ¡Ño, asere, qué candela!
El Regreso Imposible: Un ‘No’ más duro que un coco
La Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC), esa que pone las reglas del juego con Cuba, soltó la bomba: se acabó el cuento de los peloteros volviendo a jugar en la tierra del azúcar. Ahora, para que un cubano de MLB pueda poner un pie en Cuba, tiene que jurar, y perjurar, que se quedó viviendo fuera y que no piensa regresar. ¡Más tieso que un palo de escoba!
¿Y qué pasa si no jura? Ahí está el detalle, mi hermano. Tiene que presentar papeles que demuestren que está legalmente “desbloqueado”, como una licencia especial o una solicitud de asilo.
El Juego se Ponía “Caliente”: Pero EEUU le Bajó la Temperatura
La Federación Cubana de Béisbol estaba tratando de traer a los peloteros de MLB para que jugaran con el equipo nacional. Pensaban que así le daban un empujoncito al béisbol cubano, que anda más desmejorado que un carro ‘57. Pero los americanos vieron que eso era como darle dinero al gobierno cubano, y dijeron: “¡Ni de broma!”
Estas nuevas reglas no son solo un asunto deportivo, socio. Es una cuestión política y económica. El gobierno cubano se ganaba un dinerito con el “negocio” de los peloteros, pero ahora eso se acabó. Los yumas dejaron claro que no van a apoyar nada que le dé un centavo al régimen.
¿Qué Pasa Ahora Con Los Peloteros? Una encrucijada de Primera
Muchos peloteros cubanos se quedan ahora en una situación bien difícil. Tienen que decidir si siguen jugando en las Grandes Ligas y renuncian a pisar Cuba, o si se arriesgan a todo para regresar. ¡Tremendo dilema, más complicado que resolver el cubo de Rubik con los ojos vendados!