¡Díaz-Balart le mete candela a la nieta de Raúl!
Dime, hermano, échate este chisme que está bien caliente. Resulta que el senador Mario Díaz-Balart, ese que siempre está al pie del cañón, le soltó tremenda “maleza” a la visita de la nieta de Raúl Castro a los EEUU.
Paseo con pasaporte diplomático
Según Martí Noticias (que no es cuento chino, eh), la chama, Vilma Rodríguez Castro, hija de Deborah Castro Espín, hizo como cinco viajes a Nueva York entre el 2012 y el 2016. ¡Cinco, asere! Y lo más pinga de todo es que, según cuentan, usó pasaporte diplomático cubano y el régimen le pagó todo. Como si fuera una reina, mientras el cubano de a pie se faja con la escasez y las colas. ¡Qué abuso!
Díaz-Balart: “¡Eso es una falta de respeto!”
El senador no se quedó callado. Le soltó un discurso más largo que la cola para el pollo, pero la idea era clara: “¡Esto es una ofensa!”, dijo, enfatizando que mientras el pueblo cubano sufre, los familiares de los dictadores andan de paseo por EEUU con todos los lujos. Y añadió que eso, además, es un riesgo para la seguridad nacional. ¡Candela pura!
Díaz-Balart no se anduvo con rodeos. Dijo que mientras el régimen cubano sigue metido en sus marramucias con China, Rusia e Irán, y le da asilo a unos cuantos criminales, la nieta de Raúl anda de compras por las tiendas de Nueva York. ¡Qué descaro!
¿Y qué va a pasar ahora?
La pregunta del millón, mi gente. ¿Qué harán las autoridades de EEUU al respecto? ¿Se quedarán con los brazos cruzados mientras la familia Castro se pasea por el país? Eso lo veremos, asere, porque esto tiene más vueltas que un ocho. Por ahora, lo que sí sabemos es que Díaz-Balart se le fue al berro a los que andan en eso de las relaciones con Cuba. ¡Que se las arreglen ahora!
En Conclusión:
Este cuento está más caliente que la arena del Varadero en pleno agosto. La visita de la nieta de Raúl a EEUU, con todos los gastos pagos, ha generado tremenda polémica. Díaz-Balart lo dijo clarito: ¡Esto no se queda así! Ya veremos qué pasa, pero por lo pronto, el chisme está en la boca de todo el mundo, desde la esquina de mi casa hasta el otro lado del charco.