¡Cucarachas y Moho en Hialeah! ¡Cierran Restaurantes, Asere!
Dime, hermano, échate este cuento que te va a dejar con la boca abierta. Resulta que en Hialeah, ¡el paraíso de los guaguas y los chismes!, se armó tremendo relajo. Inspecciones sanitarias, fueron a revisar unos cuantos restaurantes y… Lo que encontraron fue tremenda locura.
Chinos y Konos: Un festín de cucarachas
Dos lugares conocidos, Chinos de Miami Lakes y Konos, quedaron con la lengua afuera. Resultó que en Chinos, las cucarachas estaban más a gusto que en una fiesta de cumpleaños. Vivas, muertas, haciendo fila para el buffet… ¡un espectáculo! Y no solo eso, asere, había moho en la máquina de hielo, como si fuera un jardín botánico, y la limpieza… ¡mejor ni hablamos! El Departamento de Regulación Comercial y Profesional de Florida, puso el cascabel al gato y ¡zas!, clausura pa’ ellos el 25 de julio.
Konos no se quedó atrás. Este, que queda por la Calle 49 Oeste, estaba sin agua corriente. La bomba, parece que se fue de vacaciones sin avisar, dejando a los trabajadores sin poder lavarse las manos. ¡Un abuso! Eso, mi gente, es una falta grave, más seria que dejar la puerta de la heladería abierta en pleno agosto. Y ni te cuento de la falta de higiene del personal… ¡Tremendo comemierda! Clausura inmediata tres días antes que Chinos, el 22 de julio.
El Sureste de Florida: Un mapa de la suciedad
Pero la cosa no quedó ahí, mi gente. La cosa se puso fea en otros lugares. En Miramar, La Tía y Founey Bar y Parrilla Caribeña estaban más sucios que una chancleta usada en la playa. Ratones haciendo maratón, comida acumulada… ¡un desastre! En Miami y Key West también hubo problemas similares. El Restaurante Bandeja Paisa y Mangos, parece que les faltó sazón… ¡y limpieza!
La gente en candela en las redes
La gente en las redes sociales se fue arriba con el tema, como si fuera una guagua llena de gente yendo pa’ la playa. Mucha indignación, reclamando más control y transparencia en la calidad de los lugares donde comen. Y con razón, asere, ¡la salud no se juega!
La moraleja
Al final del día, este cuento nos deja una tremenda reflexión: hay que tener cuidado con dónde comemos. Revisar las calificaciones sanitarias, y si ves algo sospechoso… ¡sal corriendo como si te persiguieran los mosquitos!