¡Carbón a precio de oro! La candela está prendida en Cuba
Dime, hermano, ¿has oído hablar del precio del carbón en Cuba? ¡Ño, asere, esto sí que es una talla fula! La crisis energética ha hecho que el carbón se convierta en un lujo. Antes, era como el pan de cada día; ahora, ¡es más caro que un viaje a Miami!
Un saco de carbón, ¡una fortuna!
No es broma. En Sancti Spíritus, un saco de carbón te cuesta 800 pesos; en Cienfuegos, ¡1000! Y si te vas a Holguín, prepárate a fajarte con 1400 pesos. ¡Y eso que estamos hablando del mercado “legal”! En el “mercado negro”, mi hermano, la cosa se pone más picante: en Las Tunas y Camagüey se habla de precios de hasta 3000 pesos. ¡Tremendo abuso! Para comprar un saco de carbón, necesitas una pequeña fortuna.
¿Y la producción? ¡Un desastre!
La empresa Agroforestal de Las Tunas, una de las principales productoras, está quebrada. Los trabajadores, asere, se han ido buscando otras opciones; el pago por kilogramo de carbón, aunque subió, está más chiquito que un guisante al lado de los precios del mercado informal. La producción está casi parada, y eso es una candela.
La realidad en la capital
El periodista Patrick Oppmann lo contó en sus redes: “El sol se pone sobre una Habana a oscuras. La electricidad ha ido y venido todo el día. Otras partes de Cuba están aún peor. Una mujer del campo me dijo que tiene suerte de vivir cerca de un bosque porque puede usar leña para cocinar, porque el carbón se ha vuelto demasiado caro para comprar”. Palabras más, palabras menos, así está la cosa. ¡Un drama!
El gobierno intenta “solucionar” el problema…
El gobierno, claro está, está intentando vender carbón a precios “regulados”, pero la oferta, mi hermano, es como el agua del grifo en verano: casi no hay.Al final del día, la gente tiene que ingeniárselas como puede: hay que buscar leña, buscar carbón a cualquier precio… ¡la sobrevivencia diaria es una lucha!
Al final del día, así está la cosa: sobreviviendo a la crisis, con el ingenio y el humor que solo los cubanos tienen. Pero, ¿hasta cuándo seguiremos así? Esa es la pregunta que muchos nos hacemos.