¡Candela en Río Cauto! ¡La gente se fajó!
Dime, hermano, échate este cuento: Río Cauto, Granma, se prendió en candela. No fue un fogoncito chiquito, ¡no! Una protesta de esas que te dejan con la boca abierta, con la gente fajada a grito pelao. Todo empezó por culpa del régimen, que metieron presa a Mayelín Carrasco Álvarez, una madre con tres chiquitos, solo por pedirle a la vida un poquito de pan. El 5 de marzo la cogieron, dicen que por protestar pacíficamente, pero aquí lo que se protesta es el hambre, mi hermano, el hambre que tiene a todo el mundo con la lengua afuera.
La gente no se quedó callada
En las redes sociales, ¡pum!, apareció un video que te pone los pelos de punta. Se ve una multitud, mayormente mujeres, enfrentándose a los del MININT, la PNR, y hasta los malditos Boinas Negras. ¡Una candela! Una jovencita se plantó frente a un teniente coronel y le preguntó, sin pelos en la lengua: “¿Qué delito yo he cometido?”. Y la multitud respondió al unísono: “¡Ninguno!”. ¡Tremendo descaro!
“Aquí nadie nos está incitando…”
Escucha bien lo que gritaba la gente: “¡Aquí nadie nos está incitando, todas tenemos las mismas necesidades!”. Esto no es cuento chino, asere, la gente está harta, cansada del abuso. La prisión de Mayelín es solo la punta del iceberg, la muestra de cómo el régimen reprime a quien se queja. La situación en Río Cauto es la misma que en cientos de pueblos cubanos: falta de comida, escasez brutal.
El régimen responde con más represión
¿Y qué hizo el régimen? Lo de siempre: más represión. Aumentaron la vigilancia, pusieron a grabar a los manifestantes de civil… buscando a los que lideraron el lío para darles su “merecido”. Hasta dicen que Mayelín se desmayó en un interrogatorio en Bayamo. ¡Qué abuso! ¡Qué barbaridad!
El silencio oficial
Hasta ahora, ni una palabra oficial sobre el arresto de Mayelín ni sobre la protesta. Pero, mi hermano, lo que pasó en Río Cauto es una señal clara: la gente no aguanta más. Aunque los metan presos, aunque los repriman, la candela se sigue encendiendo en cada esquina de Cuba. Esto no se acaba aquí. Esto apenas comienza.