¡BUM! Explosión en un almacén de las FAR en Holguín: ¡Candela!
¡El susto del siglo en Melones!
Ay, Dios mío, qué susto se llevaron los vecinos de Melones, Holguín, ¡el martes por la mañana! Resulta que hubo un incendio en un almacén de la Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR), y ¡zas!, ¡explosiones por todas partes! El MINFAR salió con un comunicado en sus redes sociales (anda a buscarlo en Facebook si quieres ver el papelón) diciendo que sí, que hubo un “incendio” y “explosioncitas” en la obra donde guardan las armas, pero que no había peligro para la gente. ¡Qué alivio, ¿no?! O sea, según ellos, todo bajo control, ¡como si fuera una guagua que se pinchó una goma!
¡Evacuación exprés!
Pero, mijo, si hasta Rolando Guerra Machín, un tipo del trabajo y la seguridad social de Holguín, salió a decir por Facebook (¡otro comunicado en redes!) que estaban evacuando a todo el mundo, aunque le salió un poco mal la cosa porque dijo que las explosiones habían sido en unas minas viejas…¡se equivocó de sitio el pobre! Aunque una nota en el Canal Caribe decía que estaban sacando a la gente de ahí cerca. ¡El chisme corrió que voló, vaya!
¡No es la primera vez que pasa!
Pero esto no es nuevo, eh. En los últimos años, ha habido varios “incidentes” parecidos en instalaciones militares por toda Cuba. Ya en el 2020, en Holguín mismo, ¡un almacén de municiones voló por los aires! Más de 1200 personas tuvieron que salir corriendo de sus casas, y hasta los proyectiles andaban volando por ahí, dañando propiedades y terrenos. Investigaron las causas, dicen… pero la verdad es que nunca supimos qué pasó en realidad. Pura especulación quedó.
¡En La Habana también hay fuegos!
Y no crean que solo en Holguín pasa. Entre el 2022 y el 2023, en La Habana, ¡hubo por lo menos tres fuegos en instalaciones militares! En abril del 2023 se quemó una zona de pastizales dentro de una unidad militar, y en diciembre, ¡otro susto que casi nos da un infarto! Claro, el gobierno no dijo ni mu sobre lo que ocurrió en realidad. Ni qué fue ni cómo se apagó, como es costumbre.
¡Preocupación total!
Esta situación tiene a la gente con los nervios a flor de piel, ¿qué más se puede pedir? No sólo es el peligro de que pasen estas cosas en lugares tan cerca de las casas, sino la falta de información por parte del MINFAR, que nunca dice nada claro. ¡Que falte la transparencia es otra cosa muy seria! Parece que la seguridad en esas instalaciones no es la mejor que digamos. Muchos de esos almacenes son viejos, y quizás no cumplen con los protocolos internacionales. A esto hay que añadirle el clima loco que tenemos. La verdad, es un coctel que puede explotar en cualquier momento.
Preguntas y Respuestas al Estilo Cubano:
P: ¿Y qué pasó al final con lo de Holguín? ¿Alguien se hizo responsable?
R: Ay, mijo, esa es la pregunta del millón. ¡Nadie responde! Dijeron que investigaron, pero como el cuento de nunca acabar, eso quedó en el aire. Aquí, como decimos, “el que calla otorga,” y en este caso, el silencio es… ¡aterrador!
P: ¿Será que el MINFAR realmente dice la verdad cuando afirma que no hay peligro?
R: Hombre, si te digo la verdad, yo le creo a mi abuela que se hizo de un cuento de brujas que a ellos mismos. Después de lo del 2020, ya nadie se fía. ¡Mejor tener las maletas listas, por si acaso!
P: ¿Y qué hacen los del MINFAR para evitar más explosiones?
R: Esa es otra buena. No se sabe. Lo que sí se sabe es que hay una falta de información total. Como si las explosiones fueran secretos de Estado… ¡Y la gente necesita saber qué pasa para estar tranquila! ¡Con esos almacenes tan cerca de nuestras casas!
P: ¿Cómo la gente en Holguín se siente después de este susto?
R: Imagínate… con los nervios a mil. ¡Es un susto que no se olvida fácil! La gente necesita saber qué pasó, que se les diga la verdad, que se tomen medidas para que no vuelva a pasar. No es asunto de broma, esas cosas con materiales tan peligrosas, mi gente.
P: ¿Qué se necesita para que esto deje de pasar?
R: ¡Mucha más transparencia y medidas de seguridad! El MINFAR tiene que dejar el “secretismo” y hablar claro. Y además, hay que revisar todos los almacenes, actualizar los protocolos de seguridad, y gastar la plata donde hay que gastarla. ¡Que nadie nos asegure algo con datos falsos!