¡Azúcar! Teresa Padrón: ¡Su Corazón Baila, Pero También Necesita Descanso!
(Introducción: Son Montuno)
¡Ay, mi gente! ¡Que bolá!, trayéndoles la verdad como un son bien sabroso. Hoy, la historia es más dulce que el guarapo, pero también tiene un poquito de agridulce… ¡como la vida misma! Hablaremos de Teresa Padrón, esa mujer que le pone candela a la justicia, la exmánager de nuestro querido El Taiger, ¡que brille su alma en el cielo!
(Estrofa 1: Bolero)
Mi vida, Teresa ha pasado por un año más difícil que escalar el Pan de Azúcar. La pérdida de El Taiger le ha dejado el corazón hecho pedazos. Pero ella, con la fuerza de una guerrera cubana, ha luchado por la justicia, sin parar, con una perseverancia que enorgullecería hasta a la mismísima La Lupe. Viajes a Cuba, entrevistas, batallas legales… ¡una verdadera rumba sin descanso!
(Estrofa 2: Guaguancó)
Pero, ¡ay, mi gente!, hasta el sonero más bravo necesita un respiro. Teresa misma lo ha dicho, ¡con su voz llena de verdad!: “Este año me olvidé de mí”. Se olvidó de cuidarse, de su salud, de su paz mental. ¡Y eso, mi vida, no está bien! Necesitamos a Teresa fuerte, como el café cubano bien cargado, para seguir luchando por lo que cree.
(Estrofa 3: Chachachá)
Así que Teresa ha decidido priorizar su salud mental. Es un descanso necesario, una pausa para recargar las pilas. Pero esto no significa que se rinda, ¡no, mi cielo, no! Ella sigue firme en su lucha por la justicia para El Taiger, porque su corazón baila al ritmo de la verdad, ¡y esa verdad seguirá sonando!
(Puente: Salsa)
¡Qué fuerza tiene esta mujer! ¡La misma fuerza del mar que golpea el Malecón! Su historia nos recuerda que, incluso en medio del dolor, la alegría y la lucha pueden coexistir. ¡La vida sigue su ritmo, con sabor a triunfo y esperanza!
(Conclusión: Rumba)
¡Azúcar! La historia de Teresa es un ejemplo para todos. Nos enseña que la fuerza está en la unidad, en la perseverancia, pero también en el cuidado personal. Así que, mi gente, bailemos al ritmo de su valentía, cantemos por su salud, y esperemos que la justicia brille como el sol sobre La Habana, ¡y traiga el triunfo que Teresa y la familia de El Taiger se merecen!