¡Ay, Rubio! ¡Qué candela en Cubadebate!
Dime, hermano, échate este cuento: Cubadebate, ese periódico que parece sacado de una máquina del tiempo, soltó un artículo criticando a Marco Rubio, el “yanqui” que según ellos, no quiere a Cuba. ¡Y la gente se le fue encima! Tremendo alboroto en las redes, como si hubieran soltado un gato en una tienda de porcelana.
La Muela de Cubadebate
El artículo, escrito por un tipo del MINREX (imagínate el chiste), decía que Rubio sólo iría a La Habana para ver cuándo se iban los comunistas. ¡Pura guapería de la Revolución! Pero el problema, mi socio, es que la gente no traga entero.
La Respuesta del Pueblo
Los comentarios, ¡eso sí que fue un festival! Muchos cubanos, con más candela que un ajiaco en pleno verano, dijeron más o menos lo siguiente (pero con mucho más sabor a calle):
- “A él no lo quieren, pero a las remesas sí.” ¡Esa fue la frase del año, asere! Directa, precisa y con la verdad pelada.
- “Los comunistas no quieren a Rubio, pero se vuelven locos por el dólar norteamericano.” ¡Qué tremendo chiste, eh! Pura realidad con sabor a guarapo.
La gente no solo criticó a Cubadebate, sino que aprovechó para soltar todo lo que tenían en el buche. Hablaron de la falta de libertad, de las colas interminables, de las necesidades… ¡De todo lo que hace que la gente ande con la lengua afuera desde que sale el sol!
La Guagua de la Realidad
Al final del día, este cuento no es solo sobre Marco Rubio y Cubadebate. Es sobre la realidad cubana, esa que vive entre la escasez, la represión y un ingenio que ni en las mejores películas se ve. Es un reflejo de esa doble moral que se respira en la isla: critican al “imperialismo”, pero viven gracias a sus remesas. ¡Qué abuso!
El Futuro Incierto
Rubio, ese hombre que según el gobierno cubano solo quiere verlos irse, continúa con su línea dura contra el régimen. ¿Qué pasará? Nadie lo sabe. Pero si algo hemos aprendido los cubanos es que la guagua de la realidad nunca llega a tiempo, y que mientras tanto, la gente se las ingenia para sobrevivir con humor y un poquito de picardía. ¡Que viva Cuba!