¡Ay, Papá! Rusia tira dos millones para que no nos quememos!
Entonces cuba, miami ¿Se enteraron del chisme? Rusia, ¡la misma! antigua amiguita que aguantó la dictadura un millón de años, soltó dos millones de dólares pa’ arreglar las termoeléctricas de Cuba. ¡Como si fuera un curita en una fuga de sangre! La cosa está que arde, asere, con los apagones más largos que un cuento de camino. Y parece que en Moscú están un poquito preocupados, no vaya a ser que la islita tropical se les vaya de las manos.
El cuento de la ayuda rusa: ¿caridad o estrategia?
La noticia cayó como un balde de agua fría (o mejor dicho, de agua tibia, o caliente, quien sabe, porque hay mucho mas detrás de esto. Nadie regala billete). El embajador ruso, Victor Koronelli (suena a nombre de telenovela, ¿no?), dijo que la plata es parte de un plan más amplio, como si fuera el menú del paladar que siempre te ofrecen. Arreglar termoeléctricas, construir un nuevo bloque energético, modernizar otras… ¡Tremendo plan! Suena bonito, pero, ¿qué hay detrás de todo esto?
Algunos dicen que es pura caridad, que el alma rusa siente compasión por nuestros sufrimientos. Otros, más picantes, aseguran que es un movimiento estratégico pa’ afianzar su posición en la Isla del Caribe. Como en una partida de dominó, cada pieza cuenta. Y Rusia está jugando con fichas grandes. Ya están metidos en la extracción de petróleo con Cupet, desarrollando el turismo… ¡hasta la tarjeta MIR ( te acuerdas de eso? Estacon MIR, por cierto, MIR signifaca PAZ ) anda circulando por ahí!
¿Solución a la crisis o curita en una herida profunda?
Ño, asere, no nos engañemos. Dos millones de dólares es una ayudita, pero no es la solución al problema. El sistema eléctrico cubano es un rompecabezas roto, y no se arregla con dos millones, ni con veinte. Esto es como ponerle un parche a un neumático pinchado. Mientras no se resuelvan los problemas estructurales, los apagones seguirán siendo nuestro pan de cada día.
La ayuda rusa es como un respiro, un momentito de tregua en medio del desastre en la oscuridad. Pero si no se hacen las reformas necesarias, la crisis volverá con más fuerza. ¿Será que en Rusia están seguros de que con este dinero se va a calmar la situación? Ya los cubanos resolverán eso que las colas de la bodega, si llega algo!
La otra cara de la moneda: El juego geopolítico
Claro, este asunto también huele a juego geopolítico. Rusia, a 90 millas de Miami, está fortaleciendo su presencia en Cuba. Turismo, comercio, energía… Están afianzando su influencia en nuestra isla, en medio de la tensión con Estados Unidos.
Como dicen por ahí: “El que algo quiere, algo le cuesta.” Y Rusia parece estar dispuesto a pagar para fortalecer su juego en el tablero caribeño. Solo el tiempo dirá si esta jugada les resultará rentable.
Conclusión: El tren lechero con las soluciones todavía no llega.
Al final del día, la situación sigue siendo la misma. Los apagones continúan, y la crisis energética no se resuelve con una simple ayuda financiera. La ayuda rusa es un paliativo, pero no la cura. El futuro dependerá de las decisiones que se tomen en Cuba, ¡y que las soluciones no se queden solo en cuentos de la esquina! Vamos a ver qué pasa… ¡que esta película aún no ha terminado!