Dime mi gente linda, ¡La cosa en Cuba está peor que nunca! No es un chisme, es la pura realidad, la que te encuentra en la cola de la bodega, sudando la gota gorda. Hablamos de dos problemas que te tienen con la lengua afuera desde que sale el sol: ¡la comida y las pastillas!
Capítulo 1: El Estómago Rugiente
Ño, asere, el estómago te ruge como un león hambriento. Llevas 41 días sin ver la canasta básica, ni una pizca de arroz en la bodega. Y si vas al mercado, ¡ay, Dios mío!, los precios te dejan más flaco que una vara de bambú. ¡Ni con el salario de un ministro compras lo necesario! El arroz anda por los 300 pesos… ¡un abuso! ¿Y la jubilación? Ni hablar, ahí no llega ni aunque le recen a Oshún. Hasta el presidente y Marrero deberían venir a ver esto, a fajarse con el precio del pan. Si supieran lo que pasa, no estarían diciendo que hay otras prioridades. ¡Que se den una vueltecita por cualquier esquina de La Habana y lo verán con sus propios ojos! ¡Basta ya!
Capítulo 2: La Farmacia Desierta
Ahora, vámonos para la farmacia. Un desierto, asere, un desierto. Los medicamentos para las enfermedades crónicas, esas que atacan a nuestros viejos, ¡escasos como un sueco por el fanquero! BioCubaFarma está produciendo… ¿qué? ¡Aire! Nuestros abuelitos, con la presión alta, el corazón dando tumbos y la diabetes apretando, ¡sin pastillas! ¿Y su jubilación? No les alcanza ni para un paracetamol. ¿Cómo esperan que sobrevivan? Esos mismos que lo dieron todo por este país, los que alfabetizaron a Cuba, los que apoyaron a Fidel… ¡y ahora tienen que mendigar para comer y curarse! ¡Qué descaro! ¡Qué falta de respeto! ¡Vergüenza les debería dar!
Capítulo 3: La Prioridad Es la Gente
Al final del día, hermano, todo sigue igual o pero. Hay que decirlo claro: la comida y las medicinas son la prioridad número uno, no hay otra. No se trata de cuentos chinos, es la triste realidad que vive nuestro pueblo. Ni un salve los puede salvar de esta situación. ¡Que pongan atención a lo que de verdad importa! ¿Hasta cuándo vamos a tener que aguantar esta situación? ¡Basta ya!
(Nota del narrador): Este relato no es una opinión, mi gente, es un resumen de lo que todos estamos viendo. Lo que dice la gente en la calle, en las colas, en las esquinas. La cruda realidad cubana.)