¡Ay, Papá! El Papa está en la enfermería!
Dime, hermano, ¿te enteraste de la que se armó en el Vaticano? El Papa Francisco, ¡el mismo!, está de nuevo en el hospital. No es una gripe cualquiera, asere, esto es un “cuadro clínico complejo,” según dicen los médicos, o sea, ¡tremenda pela!
El Papa y su bronca respiratoria
Resulta que el hombre tiene una infección polimicrobiana en el tracto respiratorio. Suena a cuento chino, ¿verdad? Pero es la pura realidad. Lo ingresaron el 14 de febrero –justo antes del Día del Amor y la Amistad, ¡qué ironía! – y desde entonces ha tenido que cancelar hasta las misas, algo que no es cualquier cosa. El sustituto que pusieron no es que se haya lucido mucho, la misa estuvo más sosa que un plato de arroz sin sal.
¿Qué dicen los rumores?
La verdad, hermano, la especulación está a millón. Hay quien dice que es mucho más grave de lo que pintan, otros que es pura “novela” para llamar la atención. En fin, lo que sí está claro es que el hombre no está pa’ brincar el charco.
Las audiencias y demás actividades quedaron en veremos. Imagínate, ¡el mismo Papa cancelando citas! Hasta los chismosos del barrio están callados, como si se les hubiera ido la corriente.
El Papa llama a la parroquia de Gaza
A pesar de la situación, el hombre sigue siendo el Papa. Se dice que llamó a una parroquia de Gaza donde hay cerca de 600 personas refugiadas, para preguntarles cómo estaban. ¡Tremendo corazón tiene el hombre! Aunque la voz le sonaba un poco cansada, según cuentan. Ya tú sabes, la edad no perdona, ni al Papa.
La salud del Papa, un tema recurrente
Esta no es la primera vez que el Papa Francisco nos tiene a todos con el susto en el cuerpo. El hombre ha pasado por varias operaciones en los últimos años, problemas en la rodilla, dificultades respiratorias… Recuerda que le quitaron parte de un pulmón en su juventud, así que cualquier cosa respiratoria puede ser más complicada para él.
¿Qué pasará con la Semana Santa?
Ahora viene lo bueno: la Semana Santa está al caer, y todos nos preguntamos si el Papa estará para las celebraciones. ¡Candela! Es un evento de talla mundial, hermano, y su ausencia se notaría un montón. Por ahora, el Vaticano mantiene la calma, pero la tensión se siente en el aire.
La espera
En fin, mi gente, solo nos queda esperar. Oremos por la salud del Papa, que se recupere pronto y que no nos deje con el susto en el cuerpo. Mientras tanto, seguiremos pendientes de las noticias, como si fuera un partido de pelota en la Serie Nacional. ¡Que se mejore pronto, Papa! ¡Y que vuelva con más fuerza que nunca!