¡Ay, Dios mío! ¡Cuba se fue a palos en la Serie de las Américas!
Coño, amiguito, ¿viste lo que pasó? ¡Curazao le metió una pela a Cuba que ni te cuento! Una paliza de 15 a 2, ¡por nocaut! Que paliza nagüe. Pa’ que te enteres, los muchachos ni siquiera pudieron pasar de la cuarta entrada. Parecía una práctica de bateo, no un partido internacional. ¡Qué falta de velocidad! ¡Qué lanzamientos más flojos! Hasta el abuelo que fuma en la esquina lanza más duro.
El equipo cubano: un desastre
Mira, no te voy a mentir, el equipo está jodido. La defensa fue un desastre, ¡como si estuvieran jugando con chancletas! Y ni hablar de los lanzadores. Ninguno aguantó en la loma. Todos se fueron en la tercera entrada, sin poder hacer nada. ¡Ni pinga! De verdad que da pena!
¿Qué pasó con el béisbol cubano?
Esto demuestra lo que todos sabemos: el béisbol cubano está en la lona, hermano. Antes éramos los reyes del mundo en el amateur, pero ahora… estamos en bajada. Cada día más jodido. Es una tristeza, es una lástima. La verdad es que da mucha pena ver cómo está esto.
¿Hay alguna esperanza?
A pesar de todo, todavía hay un hilo de esperanza. Si Cuba gana los partidos contra Colombia y Argentina –que en teoría son más débiles–, aún tienen posibilidades de llegar a las semifinales. Pero, como dice el refrán, “la esperanza es lo último que se pierde”. Hoy juegan contra Colombia, y les toca a los nuestros fajarse a la cañona para ganar. Si no, ¡a empacar las maletas!
Conclusión
En fin, asere, la cosa está complicada. Esta derrota contra Curazao fue un golpe duro para el béisbol cubano. Nos dejó pensando en lo que pasó con nuestro deporte nacional y si hay alguna manera de recuperarlo. Mucho que pensar, ¿no? Al final del día, solo nos queda esperar y ver qué pasa en los próximos juegos.