¡Ay, Dios mío! ¡Una avioneta se estrelló en Filadelfia!
Coño, asere, ¡qué candela! No me jodas, que esto parece una película de acción cubana, pero en Filadelfia. Resulta que el viernes, como a las seis de la tarde, una avioneta decidió hacer una visita inesperada a una zona residencial, cerca de un centro comercial que estaba más lleno que una guagua en hora pico. El resultado: ¡un tremendo estrellamiento con incendio incluido!
El avioncito se fue a dar un “chapuzón” en la tierra… y prendió candela.
Dicen que la nave iba con dos personas a bordo, pero todavía no se sabe si salieron ilesos o si acabaron como un ajiaco. Los vecinos, mami, estaban más asustados que un gato en una piñata, viendo cómo la avioneta perdía altura a toda velocidad, hasta que ¡pum! Se estampó contra el suelo. Después, ¡zas!, una tremenda explosión que encendió varias casas. Tremendo susto, como si un caimán te hubiera salido al paso en la playa.
El barrio se puso como un avispero
Las redes sociales se llenaron de fotos y videos. Se veían llamas por todas partes, ¡una candela que daba miedo! La gente corría más rápido que el rumor de un mango gratis en la bodega. Algunos vecinos, los más valientes, trataron de ayudar a las víctimas mientras llegaban los bomberos y los paramédicos. ¡Qué valor! Una muestra de solidaridad que te deja el corazón contento.
Las autoridades llegaron, pero el susto ya estaba hecho
Los bomberos, los paramédicos, la policía… ¡todo el mundo llegó al lugar! Una cosa bárbara, una movilización que parecía el desfile del 1ro de mayo. Están investigando para saber qué pasó, pero hasta ahora no hay un informe oficial sobre la cantidad de víctimas. Lo que sí está claro es que varios vecinos también resultaron afectados. ¡Pura desgracia!
¡Esto no para! Otro accidente, otro susto.
Coño, asere, estamos hablando de otro accidente aéreo en menos de 48 horas. El otro fue en Washington, y allí sí que hubo una tragedia. Parece que al mundo se le están cayendo los aviones del cielo. Ya la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte está metiéndole mano al asunto para averiguar qué está pasando. Mientras tanto, los vecinos de Filadelfia siguen en shock, con el susto metido hasta en los huesos. ¡Una cosa que te deja con la lengua afuera!
En fin, mi gente…
Lo único que queda es esperar las investigaciones y rezar para que no vuelva a pasar una tragedia como esta. Que Dios nos ayude a todos y nos libre de otros sustos de estos. ¡Cuídense, asere, que la vida es una sola!