¡Apagón otra vez, mi gente! La Guiteras se fue de paseo
Dime, hermano, ¿qué te cuento? Que la Guiteras, esa “vaina” que nos tiene a todos con la lengua afuera, volvió a fallar. Sí, asere, ¡otra vez! Ni el agua bendita de Oshún la salva de sus “malas mañas”. Ayer mismo estaba conectada al SEN, toda orgullosa, y hoy… ¡apagón!
La caldera, la eterna enemiga
La UNE, con su comunicado más corto que un chiste de Pánfilo, nos dijo que a las 7:39 pm, ¡pum!, se fue la luz. ¿La razón? Un salidero en la caldera, esa vieja enemiga que siempre está ahí para ponernos a sufrir. ¡Tremendo cuento chino! Como si fuera poco, resulta que es una de sus averías recurrentes… ¿recurrentes, dices? ¡Más que el pan con tomate en la mesa de un cubano!
El pronóstico, una papa fría
El pronóstico de apagones era de 1,545 MW para el horario pico. Eso suena a ¡que no hay luz pa’nadie! Ni para encender una guagua, menos para la fiesta que nos prometieron. Y lo peor de todo es que ya se había ido la Guiteras una vez el domingo. Había vuelto el domingo a las 4:48 p.m., pero como le dice la abuela a la nieta, “la alegría dura poco”. Esta vez, la “falla en la alimentación del control en una subestación cercana” (según la noticia) no la curaron bien.
La gente, quemada de la candela
En las redes, como siempre, la gente echó tremenda candela. “No aguanto más, esto ya es abuso”, “La Guiteras está más vieja que mi abuelita” y “A ese no lo salva ni un salve” fueron solo algunos de los comentarios. La verdad, es que estamos hasta el gorro. ¡Pero bueno, qué le vamos a hacer!
Preguntas Frecuentes (para los curiosos):
¿Por qué se desconectó la Guiteras? Porque sí, amigo. Un salidero en la caldera, ¡otra vez! Como si la caldera fuera una guagua destartalada, siempre con un problema nuevo.
¿Qué consecuencias tiene? Más apagones, mi gente, más apagones. Ya el déficit de generación era una cosa seria, y ahora, con la Guiteras fuera de juego, ¡la cosa está peor que nunca!
¿Qué van a hacer para arreglarlo? Dicen que la van a enfriar, inspeccionar y, si no es algo muy grave, a lo mejor vuelve a funcionar el viernes. Pero bueno, eso es lo que dicen ellos… ¡Ya veremos!
¿Cómo nos afecta a nosotros? Pues, mira, sin luz, las neveras no funcionan, los ventiladores no soplan, y el calor es más fuerte que la guapería de un gallo. Así que, a fajarse, mi gente, que hay que aguantarse.
En fin, mi hermano, así anda la cosa. Un verdadero cuento cubano, con sus altas y sus bajas, pero siempre con la misma salsa: ¡apagones! Hasta la próxima, que ya me voy a ver si encuentro un poquito de luz para escribir más.